Lucía Moral y Manolo Cano, campeones de Copa
Más entorchados nacionales con sabor cordobés. Y es que el Estadio de Butarque, en Leganés, acogió este sábado la final de la Copa de la Reina, en un derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, el cual, a primera vista, no tendría interés ninguno para el aficionado cordobés, aunque bien es cierto que el duelo contó con una notable presencia califa. En el bando rojiblanco se encontraban Lucía Moral y el técnico Manolo Cano, al tiempo que de madridistas vestían el preparador Alberto Toril y la central Rocío Gálvez. De este modo, el choque, en el que ambos conjuntos querían ser los sucesores del FC Barcelona, campeón en las ediciones de 2020, 2021 y 2022, lo dieron todo desde el principio, evidenciando el enorme talento de ambos planteles y la gran rivalidad presente.
Así, ninguna de las dos cordobesas fue titular en el partido. Uno que comenzó con muchos acercamientos, principalmente por parte colchonera. Eso sí, fue el Real Madrid el primero en golpear, ya que, a los 31 minutos, en un lanzamiento de córner se adelantarían las de Toril por medio de Toletti. El gol dio más confianza al Madrid, que saltó tras la pausa dispuesto a encarrilar aún más el choque. Lo iba a hacer en un reinicio similar al del primer tiempo, pues también el Atlético de Madrid avisó con el empate, aunque de nuevo se encontró con el buen hacer de Misa. En este sentido, a la hora de juego, Ivana puso el 2-0 al acertar tras saque de esquina. Fue esa desventaja la que obligó a Cano a hacer cambios, dando entrada a la delantera cordobesa Lucía Moral, que no defraudó en absoluto.
De hecho, la ariete revolucionó por completo el duelo, con multitud de oportunidades. Estrellaría contra el travesaño un potente cabezazo en el minuto 86, y solo dos minutos después, tendría mejor suerte al rematar un pase de la muerte de Banini para recortar distancias. Había esperanza para las rojiblancas. Y se obró. A falta de escasos segundos para finalizar el tiempo de descuento, un magnífico disparo de falta directa de Eva Navarro iba a desatar la locura en Butarque al meterse directamente por la escuadra. Habría prórroga.
En el tiempo extra, ambos planteles empezaron a acusar la intensa lluvia y el cansancio. No había llegadas con peligro con tanta frecuencia y la posesión estaba dividida. A los 109 minutos, Moral lo intentó desde la frontal, pero su envío lo detendría Misa con los puños. Por lo tanto, se llegó a los penaltis, donde el Atlético tuvo más fortuna al acertar en tres ocasiones, por solo una del Madrid, con lo que la Copa de la Reina, por segunda vez en su historia, se fue a las vitrinas colchoneras.
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