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Crónica

Barrón y cuenta nueva

Koseky, en el duelo con el Palma Futsal.
14 de marzo de 2021 03:00 h

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Un duro viaje el que se le presentaba al Córdoba Patrimonio de la Humanidad en el mediodía de este sábado, pues los califas debían visitar el Palau Municipal d´Esports de Son Moix para medirse al Palma Futsal, tercer clasificado de la LNFS. La primera piedra en un sendero próximo ante los pesos pesados de la competición. Y esa diferencia de nivel fue clave para decantar el partido para los locales. Y es que hay que hacer las cosas muy bien para doblegar a este tipo de equipos. Y lo cierto es que, en términos generales, los de Josan fueron más incisivos y gozaron de mayores ocasiones. Pero la efectividad acabó primando para un club mallorquín, auspiciado por la actuación milagrosa del cordobés Carlos Barrón, que fue un seguro bajo palos y evitó cualquier internada visitante.

Los instantes previos al inicio del choque tuvieron un sentido muy emotivo, pues se realizó un homenaje y se guardó un minuto de silencio en memoria de Miquel Jaume Roig, fundador y presidente de la entidad mallorquina, recientemente fallecido. Un prepartido que, como es lógico, dejó tocados a los futbolistas locales, que debían afrontar una dura contienda en uno de los momentos más difíciles para el club.

Desde ahí brotaron la primeras dudas para el plantel de Antonio Vadillo. De hecho, Córdoba salió mucho más entonado, con una imagen renovada en el quinteto inicial de Josan, en el que destacaba la presencia de Cristian en la meta califa. Así, apenas tardaron dos minutos los visitantes en sumar su primera oportunidad con un disparo de Shimizu tras saque de esquina, ante el que reaccionó muy bien Barrón para atajarla con el pie por bajo. Aviso muy claro para la puesta es escena, que evidenció una excelente garra por parte de los locales, conscientes de que se están jugando la salvación, aunque sin excesiva presión en este caso, pues no era uno de los duelos en los que debían marcarse la necesidad de sumar sí o sí. 

Con todo, la rebeldía también es santo y seña de la plantilla blanquiverde, pues fue Pablo del Moral el encargado de poner de nuevo a prueba al guardameta cordobés de Palma, con un chut lejano tras una gran acción individual por el centro. Las ocasiones se iban sucediendo, aunque los locales, como era de esperar, fueron mejorando con el transcurso de los minutos y con la llegada de las rotaciones, sumando así sus primeros acercamientos. Igualdad absoluta superado el cinco de juego. Pese a contar con un ritmo bajo de intensidad, era Córdoba el que estaba generado mayor peligro en ataque.

Es más, el propio cierre mostoleño protagonizaría una nueva doble oportunidad de gol, con especial hincapié en la segunda acción, donde Barrón tuvo que intervenir milagrosamente con la cabeza para evitar el primero de los cordobeses. Pero es que Palma es un equipo confeccionado para lo más ambicioso posible, ante el que apenas puedes permitirte perdonar lo más mínimo. Se castiga doble, y fue lo que demostró cumplido el diez de juego. Un desajuste en la salida de balón de los visitantes, lo aprovechó Nunes para robar el esférico y encarar por banda hasta dejar un pase de gol claro para Higor, que solo tuvo que empujarla. Era la primera llegada clara de éstos y consiguieron transformar. 

El gol no pareció afectar en demasía al Córdoba Patrimonio, que seguía insistiendo con una presión alta y tratando de ser protagonista. Apenas unos minutos después, una jugada ensayada desembocó en un balón para Shimizu que supo fijar bien a la defensa y dejarla atrás para Del Moral, que no acertó entre los tres palos con un potente disparo. Los problemas de faltas afectaron a ambos conjuntos en el tramo final del primer tiempo, aunque la contención permitió que no se lanzara ni un solo doble penalti antes de la pausa. Higor pudo hacer el segundo en un nuevo error califa, al tiempo que Saura y Del Moral probaron de nuevo fortuna. No obstante, el marcador no volvería a moverse. 

El reinicio ofreció mayor igualdad si cabe. No tuvo tanto efecto ahora esa capacidad efervescente del Córdoba Patrimonio, pues los primeros compases del segundo tiempo dejaron tímidos acercamientos por parte de ambos. Los blanquiverdes quisieron darle más criterio al apartado defensivo, en busca de primar evitar el segundo antes que ir a pecho descubierto a por el empate. Ahí destacó como verso libre Lucas Perin. 

Casi todo lo que creaba Córdoba en los primeros minutos pasó por las botas del brasileño, quizá pecando de individualidad, y precisamente una de esas jugadas acabó en pérdida, la cual recogió Raúl Campos para emprender la galopada. Sin embargo, en el mano a mano con Cristian, fue el meta el que salió victorioso de la jugaba, provocando el córner. 

La velocidad fue el mejor aliado de los visitantes, pues con otra salida rápida de Jesulito la sirvió en largo para Shimizu, frenándola bien de espaldas el pívot, y dejándola para Pablo del Moral, que subió otra ocasión más al casillero de Córdoba, ya que ésta de nuevo fue atajada por Barrón. Minutos de gran protagonismo para los porteros y mucho desorden en el juego, ya que todo lo que se generaba era a raíz de las pérdidas. 

Los extensos recursos de Palma permitían que, si bien el ataque no estaba funcionando a pleno rendimiento, la defensa actuaba en contrapartida como un bloque sólido. Barrón fue una verdadera pesadilla para sus paisanos. Primero se encargó de frenar el disparo de Boyos tras una gran triangulación con Perin y Caio, y minutos después se haría grande en un uno para uno con Zequi. Cualquier claridad se encargaba de nublarla el meta. Y algo similar ocurría por momentos con Cristian, que actuó como salvavidas atrás de sus suyos, aunque con menos insistencia por parte de Palma.  

A pesar de las oportunidades y de la escasa diferencia en el electrónico, Josan se mostró valiente y dispuso del juego de cinco a falta de tres minutos. Realmente en la creación estática no surtió un efecto inmediato, aunque sí logró seguir generando peligro en la salida de Palma, fue la presión provocaba errores constantes. Uno de los más claros se lo apuntó Ricardo que recogió el esférico en boca de gol, pero una vez se encontró con el cuerpo de portero local. No había manera de superar a un más que inspirado Barrón, que acabó él solo con las opciones del Córdoba Patrimonio. Caída ajustada y que deja un sabor agridulce, pues pudo obtener un botín mayor. Por si fuera poca la mala fortuna, una mala salida de Manu Leal finalizó en robo de otro cordobés como Lolo Urbano que a portería vacía sentenció con el 2-0. Su liga es otra.

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