Una vía de nuevo que reparar
El momento de la verdad ha llegado para el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. La enorme igualdad que ostenta a día de hoy la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala hace que sean multitud los equipos que están inmersos en la pugna por la salvación. Y entre ellos, como no, está el cuadro blanquiverde, que sin duda a día de hoy atraviesa su peor momento en lo que va de curso. En efecto, el equipo de Josan ocupa actualmente puestos de descenso (con dos choques por recuperar), lo que, pese a la virtualidad de la circunstancia, parece haber afectado en las últimas semanas en el terreno psicológico.
El conjunto cordobés ha cedido en sus tres compromiso más recientes, dos de ellos celebrados en Vista Alegre ante rivales de un nivel teórico similar, lo que no ha hecho más que ahondar en la herida del plantel. Sin embargo, no han sido pocos tampoco los protagonistas que han querido dar la cara por su equipo con mensajes optimistas en sus redes sociales. Y es que si hay un equipo que ha sabido sobreponerse a cualquier adversidad, y además, crecer en ella, ese es el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Y en las próximas semanas tiene ante sí una de las pruebas más duras de su historia.
Estadísticamente hablando, las tres derrotas tienen un denominador común, y es el alto número de goles que ha recibido el equipo, muchos de ellos, además, impropios de un conjunto de Primera, tal y como han reconocido el propio técnico y algunos jugadores. Por tanto, atajar esa vía se antoja imprescindible para edificar la recuperación y alcanzar la ansiada salvación.
Son 16 los tantos recibidos en dichos enfrentamientos -siete ante Valvepeñas, seis frente al Betis y tres contra Jaén-, y si bien es cierto que la progresión ha ido disminuyendo de manera sucesiva, hay que decir también que supone más del doble de los encajados en los tres enfrentamientos justamente anteriores, y que no fueron precisamente ante rivales sencillos, como son los casos de Ferrol (2), Levante (3) y Santa Coloma (2).
Todo ello en un mes que se avecina de auténtico infarto. Absolutamente decisivo y con nada menos que seis encuentros en apenas 20 días, y que podría dilucidar si finalmente se alcanza la salvación o se acaba abocando hacia el descenso. Para ello, es innegable que habrá que retomar el tono ofensivo, aunque es igualmente indiscutible la necesidad de echar de nuevo el cerrojo atrás. Una vía que hay que reparar otra vez.
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