Luismi, el último diamante del filial blanquiverde
Otro más. Y lo cierto es que la cifra no es nada desdeñable. El filial blanquiverde vuelve a sacar otro diamante. Aunque sería mejor atribuirle todos los méritos a él, que se lo ha ganado con esfuerzo y con un rendimiento sobresaliente. Y es que Luismi Redondo llegó el pasado verano a la disciplina cordobesista procedente del Ciudad de Lucena para reforzar el ataque del filial, pero se le quedó tan pequeño que debutó antes con el primer equipo. Lo hizo en la primera jornada en la victoria en el Arcángel ante el Lorca, en la que Sabas le dio 38 minutos. En la victoria en Yecla de la segunda jornada no corrió la misma suerte y vio el partido desde el banquillo. Comenzó su andadura en el filial precisamente en el estadio de su exequipo con un debut algo gris, pero pronto iba a dar argumentos de que era un jugador más que válido. Y es que solo le bastaron tres minutos para anotar su primer gol en el Arcángel. Lo hizo ante el Sevilla C y sirvió para conseguir un empate. Pronto iba a volver a dar puntos al filial blanquiverde, ya que anotó un doblete en el siguiente partido disputado en el coliseo ribereño -frente a La Palma-.
Esa actuación volvió a impulsarle al primer equipo. Disputó media hora en Linarejos en el último partido de Sabas al frente del primer equipo y fue con Pablo Alfaro cuando empezó a ser un asiduo de las convocatorias. Nunca fue titular con el zaragozano, pero este le daba un rol de revulsivo que el canterano aprovechaba al máximo. Gozó de 20 minutos en la victoria ante el CD El Ejido 2012 y estuvo presente también, aunque en menor medida, en los partidos ante Betis Deportivo y UCAM Murcia. Pero su primer punto álgido en el primer equipo fue en la por entonces decisiva cita ante el Linares en el Arcángel. El extremeño ingresó en el campo a falta de 6 minutos para el final con 1-1 en el marcador y solo tardó un minuto en marcar el que sería el gol de la victoria ante el conjunto que lideraba la clasificación en ese momento. No hubo espectadores ese día, pero los que lo veían desde casa se llevaron una grata sorpresa con el chaval. Y no era para menos. El chaval había anotado un tanto decisivo para las aspiraciones del equipo por aquel momento. A partir de ahí, solo disputaría 20 minutos más con Pablo Alfaro en el banquillo, algo que muchos no entendían, pues el extremo de Plasencia estaba demostrando ser muy útil.
Por si fuera poco, a mediados de abril sufrió una lesión en el menisco externo que le mantendría como mínimo tres semanas en el dique seco, pero el tesón del jugador de 23 años hizo que acortara los plazos iniciales y que solo dos semanas después estuviera disponible en el primer partido de Germán Crespo al frente del primer equipo. Jugó la segunda mitad en el empate ante el Tamaraceite y demostró tener totalmente olvidada su dolencia. Esto fue el primer aperitivo de lo que vendría después. Y es que el ex del Ciudad de Lucena disputó los 90 minutos en la gran victoria por 0-5 ante el Linense, en la que anotó el tercero de los cinco goles blanquiverdes. En el último encuentro de la segunda fase repitió como titular y marcó el gol de la victoria ante el Cádiz B. Si bien estas dos victorias no sirvieron para lograr el objetivo, lo cierto es que Luismi cuajó un gran final de temporada con el primer equipo.
Tras acabar la temporada en Segunda B bajó al filial -hay que recordar que tiene ficha del segundo equipo- para disputar el último partido de la segunda fase. Los de Germán Crespo - dirigió ese partido tras acabar la temporada del primer equipo- se dieron un festín en el Arcángel ganando 8-2 a Los Barrios en el cierre de temporada, con Luismi Redondo como protagonista, ya que anotó un hat trick en un lapso de algo más de media hora. Con estas actuaciones puso el todavía jugador blanquiverde -acaba contrato el 30 de junio- un gran broche a una temporada en la que alternó constantemente el filial y el primer equipo. Hoy comienza el último mes para atar al placentino, sobre el que tiene una opción recogida en su contrato para renovarle automáticamente. De lo contrario, el 1 de julio será totalmente libre para firmar con cualquier equipo, si bien la predisposición del club y el jugador es total para que el jugador siga vistiendo la blanquiverde el próximo año.
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