Sin opción al fallo
El principio del final o un día más con vida. Bajo esos dos prismas tan dispares afronta el Córdoba su siguiente compromiso liguero. Sin suelo al que aferrarse. Pendiente de un fino hilo que puede suponer un paso más hacia adelante, o precipitarse al vacío. Se acabó el margen de error y el conjunto blanquiverde deberá encarar ya el partido con la premisa de que solo le vale ganar. Ahora más que nunca tiene que revertir la dura situación que atraviesa. La bolsa o la vida. La victoria o la muerte. Aguantar, como mínimo, una semana más con opciones, o despedirse hasta el próximo año, con la dolorosa consecuencia de tener que competir en una categoría inferior. Es luchar por algo o por la nada. La ambición debe ser el día a día y despedir un curso para el olvido con el regusto menos amargo posible. No hay opción a la alegría, más allá de evitar una humillación más aguda.
Los ingredientes, sin duda, no parecen los más oportunos para encarar un partido. Pero es lo que hay, consecuencia ineludible de un paupérrimo rendimiento. Y todo ello, además, con un estreno en el banquillo. En efecto, Germán Crespo encara su primer compromiso al frente de la primera plantilla del Córdoba, días después de que la entidad decidiera poner fin a la etapa de Pablo Alfaro y dar las riendas al técnico granadino, quien hasta ahora se había hecho cargo del filial, obteniendo unos resultados más que sobresalientes.
Su nuevo desafío ahora es mayúsculo, ya que será muy limitado el margen de maniobra que tenga en lo deportivo, al tiempo que gran parte de su labor pasa por reforzar la confianza de un plantel herido. Solo así podrán apurarse las posibilidades de acabar esta segunda fase entre los dos primeros del subgrupo. El escalón más próximo tendrá lugar en El Arcángel ante el Tamaraceite este mismo domingo (12:00), adversario con el que se consiguió el único triunfo hasta la fecha en esta nueva etapa de competición en Segunda B. Eso sí, no sin un gran sufrimiento de por medio, pues se obtuvieron los tres puntos después de que Becerra atajara una pena máxima en el tiempo extra.
El devenir posterior trajo consigo dos derrotas ante Linense y Cádiz B, lo que deja al Córdoba en cuarto lugar con 30 puntos. Las matemáticas dicen que solo le vale conseguir el pleno en los tres encuentros que restan y esperar a que los de arriba fallen. Tarea complicada, pero el nuevo preparador intentará, como mínimo, morir de pie.
Un choque cargado de emociones, por toda la trascendencia que tiene y que supondrá además el regreso al feudo ribereño de un histórico como López Silva. Serán 400 los aficionados que podrán ser testigos de un duelo decisivo, y los mismos querrán convertir El Arcángel en un feudo lo más inexpugnable posible. Y las estadísticas hablan a favor del Córdoba.
De hecho, el Tamaraceite tan solo ha ganado un partido fuera de casa en toda la temporada, con un pobre balance de 10 puntos de 30 posibles. Eso sí, llega recuperado de confianza, ya que la pasada jornada rompió una prolongada racha negativa al vencer al Real Murcia, pues llevaba sin conseguir el triunfo -ya sea como local o visitante- desde el 7 de febrero.
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