Otra vez con el ábaco a mano
Vive demasiado acostumbrado a ello. De hecho, con tanto uso como le da, no tiene la necesidad de desempolvar el ábaco. Aunque hoy por hoy es probable que utilice más la calculadora, un elemento más adaptado al siglo XXI. En cualquier caso el Córdoba mantiene una estrecha relación, que no es de ahora, con las matemáticas. Le sucede igual que a cualquier otro equipo, claro está, pero con mayor asiduidad que el resto en realidad. Precisamente esta temporada supone un magnífico ejemplo de tal hecho, ya que el conjunto blanquiverde está pendiente de la aritmética casi en todo momento de un tiempo a esta parte. Y esto es un puñado de meses. Con dos jornadas por delante para concluir la campaña, sin posible continuidad dadas las circunstancias, el equipo ahora dirigido por Germán Crespo vuelve a realizar unas cuentas que no deja de hacer realmente desde hace semanas. Todo con un objetivo lejano pero aún probable como es el acceso a Primera RFEF.
Otra vez con el ábaco a mano se encuentra el cuadro califal, al igual que se halla su entorno -como se suele denominar a afición y medios-. La cuenta en esta ocasión es básica: debe lograr dos triunfos y esperar acontecimientos, sobre todo respecto de los que se dan en torno al Sevilla Atlético. O más directamente, por parte de dicho rival. De entrada, ningún cálculo vale si el filial hispalense alcanza la victoria en uno de los dos partidos que le restan. Esto conduce directamente a la confirmación del desastre que actualmente se vislumbra, que no es otro que la caída a Segunda RFEF. Así, es incluso factible que el Córdoba encare su próximo encuentro sin opciones ya de estar en Primera RFEF. Corre el riesgo, por tanto, el conjunto blanquiverde saltar al terreno de juego del Municipal de La Línea, para medirse a la Balona, sin nada por que luchar excepto la honra. Depende de si la escuadra de Nervión -o de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros para ser más exactos- se impone horas antes al Tamaraceite.
La mencionada victoria ocasionaría que el Sevilla Atlético sumase 37 puntos, cifra que perfectamente podría igualar el Córdoba si salda con triunfos sus dos duelos finales. El problema es que ese empate en la tabla beneficia al adversario, que tiene ganado de sobra el average particular. No en vano, el filial hispalense se adjudicó los encuentros ante el cuadro califal en el Grupo IV-B -es decir, en la primera fase-. A partir de ahí, lo demás nada importa. De esta forma, tanto la entidad como su entorno han de estar no poco observadores del choque con el Tamaraceite, en tierras canarias, el domingo a las 11:30 -en hora peninsular-. La esperanza que se maneja en El Arcángel y derredor es que el conjunto canario cuenta con serias opciones de acceder a Primera RFEF y es rival duro como local. En relación al último apunte, el equipo en que milita López Silva sólo perdió dos veces este curso en su estadio.
Pero otro problema surge a raíz de esa posibilidad. Si el Tamaraceite gana, va a tener ventaja sobre el cuadro califal a la hora de buscar una plaza en la nueva categoría. O más que una plaza, la única que queda en juego después de que el Linense se hiciera con la primera el pasado domingo. Los canarios se ubicarían en segundo lugar y todo dependería de lo que hiciesen en la última jornada en su visita al Real Murcia, que ya está abocado a competir en Segunda RFEF. Los escenarios en este caso son tres. Si el Córdoba vence en La Línea, se sitúa a uno del segundo; si empata, queda a tres, y si pierde, ve a la escuadra de Gran Canaria a cuatro. Es decir, que puede darse la situación de que también termine prematuramente la campaña -en cuanto a meta por alcanzar- en su choque. La derrota ante la Balona es lo que dejaría al equipo dirigido por Germán Crespo nuevamente fuera de toda pugna. Con el empate, aún tendría el derecho a soñar en un milagro deportivo -algo a lo que también está habituado-.
Claro está que existe una opción más: que Sevilla Atlético y Tamaraceite empaten. De ser así, el Córdoba tendría en sus manos un reposicionamiento en la clasificación si logra los tres puntos en La Línea: sería tercero, uno por debajo del filial hispalense y dos por encima del cuadro canario. En este supuesto el problema vuelve a ser el antes referido: si el conjunto sevillano gana en la última fecha del campeonato, sobran todas las cuentas. Entonces recibe a un Linense que ya va a llevar dos semanas con el reto conseguido. Aun así, resulta interesante mantener esa mirada a la jornada definitiva del Grupo IV-D, y del curso en este caso, siempre y cuando se den las premisas descritas. En resumidas cuentas y para que se entienda con facilidad, que no venza el Sevilla Atlético y además mejorar el resultado del Tamaraceite.
En la hipótesis del triunfo califal y el empate entre Sevilla Atlético y Tamaraceite, sólo existe de nuevo una posibilidad: la victoria. Básicamente porque el equilibrio ante el Cádiz B en El Arcángel sería insuficiente ante el filial hispalense aunque perdiera en La Línea. La razón es la mencionada: tiene el average particular a su favor. Ambos quedarían con 35 puntos y los cálculos tendrían valor cero. Si por el contrario el otro marcador se decanta para el cuadro canario, tendría que aguardar a que -otra vez- los de Nervión no sumaran de tres ante el Linense. El motivo se repite y es la torpeza de perder los dos encuentros de la primera fase ante dicho adversario. A partir de ahí, la igualdad con el segundo equipo amarillo valdría si el sevillano cae y si el Tamaraceite también lo hace en Murcia. Es decir, en el momento en el que los canarios añadan un punto a su casillero se hace indispensable ganar.
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