Siete años en caída libre: el declive sin parangón del Córdoba
Poco más cinco años transcurren desde entonces y parece haber mediado toda una eternidad. Muy lejos queda ya el 22 de junio de 2014, cuando todo fuera celebración al máximo. Del día en que la ciudad viviera un par de días en éxtasis absoluto sólo resta, en cierto modo, un vago y triste recuerdo. Ahora la situación es completamente distinta y sólo es 11 de mayo de 2021. Siete años después, el Córdoba pasa de festejar por lo alto un histórico ascenso a Primera después de más de 40 décadas a verse abocado a la cuarta categoría del fútbol español. Regresa el conjunto blanquiverde a una división en la que no compite desde la campaña 1984-85 -por fortuna, por supuesto-. Todo es la consecuencia de algo más de un lustro de declive imparable por diversos motivos y que es la mayor debacle de la historia del balompié patrio. Ningún otro club sabe qué supone descender desde el máximo campeonato al cuarto nivel en tan poco tiempo.
Son siete años, en concreto, en caída libre. El cuadro califal, que ahora se sabe en la nueva Segunda RFEF -asimilada a la Tercera actual aunque no es tal-, apenas supo vivir en calma durante una campaña en este período. Fue la 2015-16, después de que se consumara un descenso ridículo a Segunda A. Y sin embargo el curso no terminó bien pues se escapó la oportunidad de retornar de inmediato a Primera después de, sobre todo, desaprovechar la opción de reforzar al equipo en el mercado de enero. Quizá tras la eliminación por parte del Girona en la primera eliminatoria de play off de aquella temporada comenzó a gestarse el monumental problema al que se enfrenta en la actualidad del Córdoba. Las razones de la descomunal colección de sinsabores son dos, al menos las principales: inicialmente, la pérdida de patrimonio deportivo del club, y después, la inestabilidad institucional en compaña de de gestiones, como mínimo, bastante deficientes.
La realidad es difícil hoy en día para el club y mucho más para sus aficionados, que vivieron durante este período un declive sin parangón. Porque, efectivamente, el dato del descenso acumulado -y pronunciadísimo- del Córdoba es el peor conocido en el fútbol español. Así sobresale del apunte realizado tras consumarse el drama en El Arcángel por el compañero Álvaro Vega, de @laligaennumeros, en Twitter. Ésta es la primera vez en que una entidad cae desde Primera hasta la cuarta categoría, que bien se anunciaba hasta esta temporada con la sencillez de Tercera, en siete años. Nadie sufrió jamás un estropicio parecido. Sólo el Real Mallorca se le aproxima, con caída similar a lo largo de nueve temporadas. Ocurrió, por cierto, en pleno nacimiento de una Segunda B que desaparece como tal la próxima campaña. Fue entre la 1969-70 y la 1978-79, cuando el cuadro balear se vio sin remedio en el mayor pozo de su historia.
El detalle diferencial entre las dos situaciones es que el Real Mallorca compitió dos temporadas en Tercera antes de hacerlo en Segunda B. La razón es la antes referida: aún debía crearse la a punto de desaparecer categoría de bronce, lo que sucedió en la campaña 1977-78. Al curso siguiente -esto es el 1978-79- el Córdoba se estrenó en la jovencísima competición, mientras que el conjunto entonces del histórico estadio Luis Sitjar volvía a Tercera. Otra diferencia vino después, ya que el cuadro balear consiguió salir de la tercera división -que no Tercera- en la 1980-81 para continuar ya siempre, con una excepción reciente, entre Segunda A y Primera. E incluso jugar en Europa, por cierto. A los blanquiverdes les tocó aguardar, como bien es sabido, hasta 1999 con aquel inolvidable ascenso en Cartagena. Sea como fuere, queda comprobado que los califales tuvieron que hacerse antes a una compleja realidad y ahora a un desafío que es descomunal: un gran proyecto embarrado en cuarto nivel.
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