En busca del aprobado con nota

Un día de clase diferente el que vivirán miles y miles de niños cordobeses este miércoles en El Arcángel. Córdoba y Tamaraceite se verán las caras en el coliseo ribereño en un horario particular (12:00), situado en plena jornada laboral, lo que obligará a muchos de los habituales aficionados a no acudir a animar a su equipo. Ante esta circunstancia, el club califa presentó una rápida respuesta, invitando a todo tipo de colectivos en busca de que El Arcángel presentara una buena imagen. Y vaya que si lo hará. La respuesta de los colegios y de miles de aficionados ha sido abrumadora, y todo apunta a que, pese a todo, el estadio presentará una de las mejores entradas de la temporada, con miles de estudiantes en sus gradas que animarán como el que más al conjunto dirigido por Germán Crespo.

Pese a ser un día de ilusión y festividad, no deberán de olvidar algunas de las lecciones vistas en clase anteriormente. Las matemáticas deberán usarse para calcular la distancia que divide al Córdoba del ascenso directo. Y es que una victoria en este encuentro supondrá un gran salto hacia adelante de los blanquiverdes, que fijarían la distancia con el CP Cacereño, segundo clasificado, en 12 puntos, a expensas de que los extremeños recuperen su encuentro aplazado frente al Mensajero. De ganar, esos cuatro encuentros de distancia entre ambos equipos supondrían un gran peso psicológico para el Cacereño, que tendría que ganar todos sus encuentros y esperar un pinchazo de los blanquiverdes.

También hará falta repasar la lección de historia, ya que esta es la tercera vez en la que se encuentran ambos conjuntos. Pese a que el histórico de resultados le da la ventaja al Córdoba -vencieron en su primer encuentro en el Juan Guedes, hace prácticamente un año-, Germán Crespo aún no conoce la victoria frente al Tamaraceite. Los dos encuentros que se han disputado entre canarios y cordobeses bajo el mando del técnico granadino han acabado en empate a uno, siendo así uno de los pocos equipos que se le resisten. Sin embargo, la situación ha cambiado mucho, y las rachas ahora son completamente opuestas. Los blanquiverdes llegan al choque tras encadenar tres victorias consecutivas y contando por triunfos sus partidos en El Arcángel. El Tamaraceite, por su lado, es el peor visitante del Grupo IV al no haber logrado sumar de tres lejos del Juan Guedes, y se presentan al duelo acumulando cuatro derrotas y un empate en sus cinco últimos encuentros.

Las clases de educación física, por suerte, parecen haber surtido su efecto en la plantilla blanquiverde. Tras varias semanas acarreando varias lesiones, la enfermería del Córdoba CF parece ir despejándose poco a poco. Tal y como ha confirmado Germán Crespo en la rueda de prensa previa al partido, tan solo José Alonso será baja segura por lesión. Bernardo Cruz ya ha superado sus molestias en el pie y podrá ser de la partida, mientras que Ekaitz Jiménez y Javi Flores trabajarán hasta el último momento para medir sus sensaciones y tratar de estar disponibles para Germán Crespo. El técnico también ha adelantado que habrá rotaciones, aunque, a priori, ambos deberían de estar disponibles para ser alineados por el granadino. Por parte del cuadro canario, hasta cinco jugadores se perderán el encuentro por motivos laborales: Asdrúbal -su máximo goleador-, Eros, Alex Pérez, Juan Andrés y Héctor Marrero. Julio Báez tampoco estará disponible por lesión.

Pero, sin duda, las lecciones más importantes serán las de lengua y religión. Tal y como ha compartido el propio club por sus redes sociales en los últimos días, cientos de niños ya están ensayando en sus clases las letras de los cánticos más conocidos de la hinchada blanquiverde, en busca de ser el jugador numero doce en la grada. La experiencia, sin duda, será inolvidable para miles y miles de pequeños aficionados que, a partir de este miércoles, podrán decir que practicarán el cordobesismo como su fe. La más pequeña de las aficiones blanquiverdes ya se prepara para el partido, en un feudo que presentará una entrada histórica en un encuentro fijado en un horario particular. Tan solo queda que el balón empiece a rodar.