Vendido en Londres por 140.000 euros un cuadro de Julio Romero de Torres que se subastó pensando que era falso
Nueva sorpresa de un Julio Romero de Torres en una subasta internacional. No es la primera vez que uno de los cuadros del pintor cordobés alcanza cantidades exorbitantes en una puja, pero lo que ocurrió esta semana en Londres con una obra perdida del artista ha sido, cuando menos, curioso. Y es que un cuadro atribuido inicialmente al Círculo de Julio Romero de Torres“ —una fórmula habitual para indicar que una obra no es auténtica, sino realizada por discípulos o imitadores— ha acabado multiplicando el precio de salida por 237.
La pieza, titulada La Cordobesa, salió a subasta en la casa Roseberys por solo 400 libras y terminó adjudicándose en 95.000 (con gastos añadidos, un total de 124.450 libras al sumar el 31% de comisión de la sala). Al final, unos 140.000 euros al cambio por una obra que, sobre el papel, no era auténtica.
Lo cuenta el experto consultado por este periódico, que no recordaba haber visto una revalorización tan extrema en una obra catalogada de inicio como “no auténtica” y con un precio de salida tan bajo. “Ha sido un disparate”, remarca este especialista ante un salto de precio que, contando todos los gastos, multiplicó por más de 300 veces la estimación inicial y que dejó atrás todas las expectativas.
La ficha pública de Roseberys describía la obra como un óleo sobre lienzo de 94 x 95 centímetros, con firma aparente en el ángulo inferior izquierdo y otra inscripción completa en el reverso, siempre dentro de la categoría “Círculo de Julio Romero de Torres”. El texto destacaba que la pintura se inspiraba en los retratos atmosféricos y sensuales característicos del artista cordobés, comparándola con La Fuensanta y La Chiquita Piconera. Sin embargo, esa descripción —muy en línea con lo que suele hacerse con obras dudosas— no reflejaba indicios que podían haber conducido a una atribución más precisa.
Según un experto en la obra de Romero de Torres, consultado por este periódico, este cuadro era prácticamente desconocido incluso en ámbitos especializados. “Ese nombre de la modelo que dieron en Roseberys es inventado. Se desconoce el nombre real. Es un cuadro que estaba absolutamente en paradero desconocido y jamás se había visto”, afirma.
A esto se suma un detalle decisivo: “Creemos que fue pintado por Julio fuera de España porque tiene un sello en el reverso de un distribuidor de lienzos belga que no coincide con los que él usaba. Y ningún otro cuadro suyo tiene ese sello”. Esta rareza, lejos de restar credibilidad, encaja con varias lagunas biográficas y documentales en torno al trabajo del pintor, un obrero del arte que vendía muchísima obra a nivel internacional.
De la obra sí que existe, según las fuentes citadas, una única fotografía en el archivo del Museo Julio Romero de Torres: una imagen apenas citada en los estudios especializados y que no se había hecho pública. La comparación entre esa fotografía y el lienzo subastado refuerza la idea de que lo que se ha vendido en Londres es un original perdido.
El estado del lienzo, no obstante, confirma que la obra ha pasado por avatares complejos. Las fuentes consultadas señalan que la firma fue borrada y manipulada, así como que el sombrero de la figura femenina fue repintado y todo el lienzo está cubierto por una pátina roja. Es decir, es un cuadro que requiere restauración.
Lo cierto es que no pocas obras del pintor han aparecido en subastas y han dado campanazos. El más sonado, el de La Fuensanta, que sigue ostentando el título de la obra más cara subastada del pintor, ya que alcanzó los 1,2 millones de euros en 2007. A ese le siguen La Gracia, que compró el Ayuntamiento de Córdoba a través de una subasta en la casa Sotheby’s en el año 2000 por cien millones de pesetas (lo que equivaldría a casi un millón de euros actuales, contando la inflación), y La Rivalidad, hoy en manos también del Ayuntamiento, por la que el grupo Prasa pagó 872.000 euros en 2002.
Eso sí, ninguno de ellos había logrado multiplicar tanto su precio de salida como esta obra, aún sin título definitivo, que se ha vendido esta semana en Londres. Una venta que refuerza la idea de que Romero de Torres sigue siendo hoy, más de 150 años después de su nacimiento, un artista que sigue teniendo tirón internacional.
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