Cuando Rosalía le cantó a Julio Romero de Torres
No era entonces una cantaora conocida, aunque sí una más que firme promesa del cante flamenco. En ella se había fijado el artista Pedro G. Romero -que acaba de ganar el Premio Nacional de Artes Plásticas-, que andaba entonces -en el año 2016- trabajando en un espectáculo sobre el pintor cordobés Julio Romero de Torres, junto a la coreógrafa cordobesa Úrsula López.
Y acabó siendo Rosalía, la cantante española más importante de las últimas décadas, quien acabó poniéndole voz a algunos de los cantes que acompañaron esta propuesta sobre el pintor cordobés, símbolo universal de la españolidad, y que este 2024 celebra en Córdoba el 150 aniversario de su nacimiento.
El espectáculo se llamaba J.R.T., y detrás -y delante, en el escenario- estaban, además de Úrsula López, su hermana Tamara López y Leonor Leal. Úrsula López recuerda a Cordópolis que fue Pedro G. Romero quien sugirió el nombre de aquella cantante. “Me dijo: hay una chica en Barcelona a la que he visto cantar y que tiene ese metal y ese sonido de la época”.
Aquella chica era Rosalía, que aceptó la propuesta y se plantó en Sevilla para trabajar durante varios meses en el espectáculo. Paralelamente, se estaba gestando la salida de su su primer pelotazo como cantante: Antes de morirme, una canción de C.Tangana que nada tenía que ver con sus estudios y conocimientos sobre el flamenco.
La grieta siempre estuvo ahí, y en Rosalía convivieron, durante la primera parte de su carrera, la artista pop y la cantaora. Y uno de los momentos clave para la segunda fue aquel J.R.T., ya que, no sólo le permitió mostrar algunas claves que luego explotó en su primer LP, sino que también le permitió debutar en dos de los festivales flamencos más importantes: la Bienal de Sevilla y el Festival de Jerez.
En la parte de atrás, cantando para el baile en aquel espectáculo, estaban ella y otra artista cordobesa, la cantaora Eva de Dios. Rosalía aportaba delicadeza donde Eva de Dios era todo poderío. Úrsula López, que después directora del Ballet Flamenco de Andalucía, cuenta que con estas dos figuras tenía cubierto todo el rango de cantes que ella y Pedro G. Romero habían propuesto para ofrecer una mirada distinta sobre Julio Romero de Torres, un repertorio del que Rosalía cogería algunas claves.
En aquellos días, según recordaba Pedro G. Romero en una entrevista, Rosalía ya andaba dándole vueltas a la idea de hacer una antología dedicada a la Niña de los Peines. No acabó siendo del todo así, pues su primer disco, el deslumbrante Los Ángeles (2017), incluyó referencias a otros cantaores clásicos.
“Es que ese disco lo hizo ella a raíz de hacer ese espectáculo. Es que la mayoría de las canciones las había cantado antes con nosotras. Y creo que ella no ha contado bien de donde salía aquel disco”, explica Ursula López sobre una trabajo que encumbró a Rosalía como nueva voz del flamenco -algo que ella misma se encargó de descartar con su trayectoria posterior-.
Un LP en el que, efectivamente, están muchos de los cantes que hizo en J.R.T., desde la taranta con las minas del Romero, que en su disco se llamó Día 14 de abril; hasta la famosísima Catalina, una letra de Manuel Vallejo que pasará a la historia como el primer hit de La Rosalía.
La iconografía romeriana
La relación de Rosalía con Romero de Torres no acabó ahí. Cuando sacó su siguiente disco, el rupturista El mal querer, la cantante volvió a recurrir al pintor cordobés. Lo hizo, en este caso, para extraer de él su iconografía y reapropiársela, entre muchas otras referencias pictóricas que había en aquel trabajo, que la convirtió en estrella mundial.
Un disco que era mucho más que un simple LP, pues la presentación de El Mal Querer incorporaba una narrativa de 11 capítulos cuyas representaciones fueron creadas por Rosalía el colaboración con artista hispano croata Filip Custic. Y, para dos de ellas, la artista recurrió a los cuadros de Julio Romero de Torres.
El guiño más evidente fue a Naranjas y limones. Era en la imagen que acompañaba el Capítulo 6: Clausura/Preso, en la que Rosalía aparecía desnuda, con todo su torso cubierto de naranjas, como la modelo del famoso cuadro de Romero de Torres.
Menos obvia fue la inspiración que tomó de Ángeles y Fuensanta para la imagen que acompañaba el Capítulo 2: La boda, y de donde cogió la estética de las dos modelos (el blanco a la izquierda, el negro a la derecha), mezclándola con la obra Las dos Fridas, de Frida Kahlo.
J.R.T. nunca se estrenó en Córdoba
Curiosamente, Rosalía presentó en directo en Córdoba tanto Los Ángeles como El mal querer. Pero nunca se la escuchó cantar a Julio Romero de Torres, ya que, como recuerda Úrsula López, aquel proyecto nunca se estrenó en la ciudad en la que nació el pintor de la mujer cordobesa.
“Nosotros llamamos a la puerta de Gran Teatro y no lo quisieron. Sencillamente fue así. Y nos dio pena, porque ese espectáculo se vio hasta en el Sadler Wells de Londres, y no se hizo en Córdoba. Y siempre pensamos que era algo para haber recorrido, no sólo Córdoba, sino toda Andalucía”, reflexiona la coreógrafa, que reconoce que este año se han acordado mucho de J.R.T. con los actos del 150 aniversario del pintor.
López cree que es posible que el espectáculo fuera muy avanzado a su tiempo, y que eso explique, en parte, el rechazo. La pregunta es sí ahora es buen momento de retomarlo, aunque sea sin Rosalía. “Pues yo he hablado con mi hermana y con Leonor (Leal) de que es una pena que sea el 150 aniversario de Julio Romero y tengamos nosotras esta joya de espectáculo sin haberse estrenado en Córdoba”, responde Úrsula.
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