Medina Azahara abre por primera vez al público una excavación para eliminar mitos que rodean a la arqueología

Como en otras muchas cuestiones, las películas han dibujado en nuestra conciencia colectiva una imagen que no se adapta del todo a la realidad, en este caso, de la arqueología y del duro trabajo de los profesionales que ayudan a desentrañar la historia de las civilizaciones que nos antecedieron. Por ello, las administraciones públicas deben colaborar en todo aquello que suponga una divulgación del trabajo de los arqueólogos, desechando así los mitos. Este es el caso de la actividad Abierto por excavación, promovida por el Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra y el Instituto Arqueológico Alemán, que este sábado ha contado con la asistencia de una veintena de personas que han conocido in situ cómo van los trabajos arqueológicos en una zona concreta del yacimiento.

La puesta en marcha de esta actividad coincide con la tercera fase del Proyecto General de Investigación La Plaza de Armas de Madinat al-Zahra con el objetivo de estudiar una de las zonas más desconocidas de la ciudad califal. Esta inmensa explanada constituyó la entrada simbólica y ceremonial al sector más cualificado del Alcázar de Madinat al-Zahra, donde se encontraban la administración del Estado y las dependencias privadas del califa.

Los trabajos arqueológicos, que abarcan una superficie total de 350 metros cuadrados, persiguen, además, la identificación de un posible muro de delimitación del camino de los Nogales (que ha sido constatado en el tramo próximo a la Puerta Norte del Alcázar), así como la obtención de información más detallada sobre las características arquitectónicas del pórtico oriental. En concreto, en esta superficie se prevé encontrar unas condiciones de conservación de las estructuras relativamente buenas que permitan confirmar o modificar los planteamientos iniciales.

Conocer de cerca cómo trabaja un arqueólogo

Según explica a CORDÓPOLIS el coordinador de las excavaciones en la plaza de armas, Rafael Caplés, la base de esta iniciativa radica en explicar al público “cómo funciona la excavación, cuál es su metodología y las técnicas empleadas”. Tanto él como su equipo trabajan en el yacimiento de lunes a viernes y el sábado se lleva a cabo la difusión, entre el público asistente, de todo lo que se ha realizado durante la semana. La planificación e investigación anteriores “son claves” para poder desarrollar un proyecto de excavación, apunta Caplés, rechazando la imagen de los arqueólogos “excavando en agujeros” a diestro y siniestro.

Uno de los principales problemas con el que se está encontrando el equipo es la naturaleza del terreno, “un poco escarpado y dificultoso”. Acceder a los cortes de la excavación no está siendo todo lo fácil que se esperaba “debido a la caída de la ladera y al rozamiento de la estructura”. Otros años, recuerda, “las excavaciones se encontraban en zonas más llanas, por lo que el trabajo” no era tan costoso.

Tiempo de excavación en la plaza de armas

Este proyecto de excavación, sujeto a una línea concreta de financiación, está previsto que dure unas ocho semanas, finalizando en junio. El arqueólogo asegura que este tiempo “será suficiente” ya que la excavación no tiene un perímetro extenso, sino que se ha limitado una zona en la que se están realizando determinados cortes. Además, la excavación no se hará en profundidad, sino que se hará en función “de los restos que vayan saliendo para poder, así, responder a las preguntas” que el equipo formuló en el proyecto.

Actualmente trabajan sobre el terreno dos arqueólogos, un arquitecto, una topógrafa-delineantes, seis operarios especialistas en arqueología y otras dos personas que se encuentran en el museo. Ellas son las encargadas de recibir todos los restos que van saliendo de los trabajos: desde la cerámica hasta los metales o mármoles. Por el momento ha salido poco material, hecho que responde a dos cuestiones. En primer lugar, a que la excavación se está realizando aún en una etapa superficial del suelo -“lo que serían los arcos de la plaza”- y, en segundo lugar, que los restos más significativos “suelen aparecer en zonas domésticas” y el equipo está trabajando en una plaza.

A juicio del arqueólogo, la importancia de iniciativas de este tipo es vital y emplaza a que ésta no sea la primera. No obstante, reconoce que propiciar estas actividades en el ámbito urbano “es más complicado ya que, en estos casos, las excavaciones están sujetas a obras”, lo que dificulta el acceso de personas ajenas a los trabajos.

Mientras tanto, Medina Azahara continuará con esta actividad durante los sábados de junio -días 5, 12, 19 y 26 de junio- mediante dos turnos de una hora aproximada de duración, que comenzarán a las 10:30h. y a las 11:30h. El número de personas participantes está estipulado en 20 aunque dependerá de los niveles de alerta sanitaria y las medidas adoptadas en Andalucía para la contención de la Covid-19.  Los interesados en asistir a estas visitas guiadas deberán realizar su inscripción previa en la web del conjunto arqueológico de Medina Azahara.