Las comparsas inoculan su bendito veneno

Brillante noche de los grupos de esa modalidad en la segunda semifinal del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnvalescas, con actuación destacada también de la chirigota La cruz de mayo

Se abre el telón y descubre un mundo de sensaciones. Encantadores de serpientes y mentirosos de madera, unos actores con sus maletas y los cantantes de un local que no quiere cerrar, ahí están todos ellos. La noche es su música, sus voces, sus letras y su puesta en escena. La noche es una comparsa que embelesa y te secuestra los sentidos. Una comparsa como cualquiera de las cuatro que anoche pasaron por las tablas del Gran Teatro en la segunda función de semifinales del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de Córdoba. La sesión comenzó con la chirigota de Rafalín Castilla Los de la Piedra Escrita, que en su primer pasodoble recordaron a su madre, Rosario Valle -también del pregonero, Pablo Castilla-. De la emoción y la crítica a Sánchez de Puerta por defender a José Bretón pasaron a dos simpáticos cuplés para completar una buena actuación. Desapareció este grupo y el escenario se llenó de picaduras en forma de coplas bien escritas y cantadas. Era el turno de El auténtico show de las Veneno, que sonó de lujo.

Las voces afinadas y conjuntadas, la música bien tocada, la buena puesta en escena y sus mejores letras fueron y son el cartel de presentación de esta comparsa. Que en el primer pasodoble se refirió a la doctrina Parot a oscuras mientras un foco iluminaba una fotografía de Miguel Ángel Blanco. El segundo levantó al Gran Teatro, tras llenarlo de Miguel Amate, al que fue dedicado. Magnífica copla para un grupo que también hizo reír en sus cuplés y que se llevó la primera gran ovación de la jornada. Cerró un pase que bien vale la final; presentó algo más que credenciales para conseguirlo. Con los sentidos todavía impactados por el mordisco de esa serpiente apareció sobre las tablas Una chirigota al revés, simpática y atenta a todo. Ya dedicaron una letra al nuevo técnico del Córdoba, Albert “Chapi” Ferrer. Dos buenos pasodobles, con crítica al enésimo intento de Madrid de conquistar los Juegos Olímpicos y al derroche que supone en nuestros días mantener la Liga española, además de al hecho de que un futbolista gane más y sea mejor valorado que por ejemplo un ingeniero o un doctor.

“En España tenemos gente competente, yo no entiendo porque ponemos al más tonto de presidente”, explicaron en el primero de sus dos buenos cuplés. Tras ellos llegó el turno de la chirigota de José Vacas, graciosa y sin pelos en la lengua. Los niños fueron de Primera Comunión y lo celebraron con una actuación completa en todos los sentidos. Dos pasodobles muy sentidos y bien llevados y un par de cuplés imposibles de soportar sin capacidad respiratoria suficiente. Por eso de reír sin parar. Los nenes de La cruz de mayo presentaron credenciales, muchas y bien claras, para estar en el Gran Teatro el viernes. Del mejor momento chirigotero de la noche al siguiente en la modalidad de comparsas. Tras el telón se dejó ver La Latina, donde un puñado de cantantes cautivaron con un pase que sólo tuvo un pequeño error que merecen no sea mencionado. Nuevamente, voces afinadas y conjuntadas, música bien tocada, buena puesta en escena y buenas letras. El primer pasodoble fue un elegante homenaje a Antonio Gala, cultura con nombre propio que debe llenar de orgullo a Córdoba. En los cuplés anduvieron simpáticos y presentaron credenciales, otra vez muchas y claras, para estar en la final.

Fue entonces el momento para que el escenario se llenara de billetes de todos los colores y de todas las cantidades. Era el turno de la chirigota No somos falsos, que desarrolló una buena actuación iniciada con dos pasodobles bien sentidos. En el segundo hubo homenaje a las agrupaciones femeninas y a la “Koski”. Y en el primero de los cuplés le tocó recibir a Ana Botella, que “estudió inglés en la misma escuela que el traductor del entierro de Nelson Mandela”. El dinero se marchó y dejó espacio para un nuevo salto al vacío, al precipicio de los sentidos. La comparsa Los mentirosos salió a mantener su nivel y el de la noche y lo consiguió. Estos pinochos repitieron la grandeza del conjunto (voces, música, puesta en escena y letras) que mostraron las dos agrupaciones de la modalidad que pisaron las tablas antes. Dos muy buenos pasodobles, especialmente el primero, un canto al valor de la familia. En los cuplés hicieron reír, sobre todo en el primero y su final: “Te voy a decir una cosa: yo tengo los huevos como Andy y Lucas, uno más gordo que el otro”. Su popurrí es un viaje intenso que cada cual realiza en su propio interior. Igual que sus competidoras, en el buen sentido de la palabra, presentó mucho más que credenciales para estar en la final. Otra gran ovación la que recibió este grupo. Dos chirigotas más actuaron en esta segunda sesión de semifinales. Tras los contadores de mentiras salieron a escena Los presuntos, con un repertorio muy dirigido a la situación del país, de los trabajadores y a Mariano Rajoy.

Y Los que no pierden el juicio se encargaron de cerrar la función, con poco público ya en el teatro, que a lo largo de la sesión registró por momentos una muy buena entrada. Estuvo bien su primer pasodoble, en que hicieron referencia a José María del Nido y al equipo que tiene previsto organizar en Sevilla 2 -prisión hispalense-, y entretuvieron sus dos cuplés. Entre medias de estas dos chirigotas hubo lugar a otros algo más de 20 minutos de ensueño, de deleite. Había que disfrutar con La Compañía de teatro La Comparsa, que maravilló con su juego de voces, bien afinadas y conjuntadas. Este grupo mixto completó de magnífica manera su pase de semifinales, con letras llenas de sensibilidad y emocionantes. En el primero contaron la historia de un parado que a su mujer no se lo quería contar, pero al final decidió hacerlo, aunque ella ya lo sabía. El amor por encima del paro. En el segundo se acordaron de Rosario Valle, con una copla hermosa. No bajaron el nivel en cuplés y tras el popurrí nueva ovación. Otra formación que presentó mucho más que credenciales para estar en la final.