El Coliseo de San Andrés despide la temporada con menos público pero con la ilusión de abrir el próximo verano
El Coliseo de San Andrés, uno de los emblemáticos cines de verano de Córdoba y el más antiguo, ha bajado el telón tras una temporada más floja que la anterior, con menos estrenos comerciales y una asistencia entre un 25 y un 30% inferior. Aun así, su gestor, José María Casado, asegura que la pasión por mantener viva esta tradición pesa más que las cifras, y confirma que el próximo año volverá a abrir sus puertas para que los cordobeses sigan disfrutando del cine bajo las estrellas.
Fue a finales de junio cuando este empresario del cine abrió las puertas de este cine de verano, uno de los tres establecimientos que ha permitido a la sociedad cordobesa ver películas en la gran pantalla y al aire libre durante este verano. Hasta este domingo 14 de septiembre, en el recinto se han proyectado 85 días de proyecciones de todo tipo, frente a las 60 del verano anterior. Pese a ello, la asistencia ha sido menor por dos factores principales, explica Casado a este medio: “La escasez de estrenos comerciales de gran tirón a nivel nacional y la fuerte ola de calor, que desanimó a muchos espectadores a acudir a las sesiones nocturnas. ”Los pocos estrenos que hubo fueron menos comerciales de lo esperado, y eso se ha notado mucho en la asistencia, sobre todo en agosto“, ha apuntado.
Ante la falta de títulos nuevos, este baenense recurrió a películas de meses anteriores, pero aún demandadas por el público, para completar una cartelera variada, como Cónclave -que volvió a la actualidad tras el nombramiento del nuevo papa, León XIV- y La infiltrada -ganadora en 2025 de el Goya a la Mejor Película (ex aequo con El 47) y a la Mejor Actriz Protagonista para Carolina Yuste. Casualmente, estas dos películas han estado entre las más vistas, junto a otros títulos familiares de la mano de Disney y la saga española Padre no hay más que uno.
Durante esta última semana, El Coliseo también ha dado su espacio a la solidaridad con la proyección de Semana Santa, La Película, una producción realizada por La Sangre y La Gloria. A través de donativos de dos euros, Casado y su equipo han contribuido a generar fondos para Cáritas Parroquial de San Andrés. Cuando uno de los trabajdores del cine, muy vinculado a la Semana Santa, le presentó la propuesta al empresario, no dudó un segundo porque, asegura, siempre estará “dispuesto” a ayudar a las parroquias.
Además de esta oferta cultural, El Coliseo de San Andrés ha dado trabajo a ocho personas, entre taquilleros, porteros, limpiadoras y personal del ambigú. Como apoyo municipal, este cine cuenta con un patrocinio del Ayuntamiento que, en palabras de Casado, ayuda a que la contabilidad “no llegue a números rojos”. Y es, como conocedor del sector, asegura que el cine de verano “no es un negocio rentable”: “Los ingresos apenas cubren las inversiones que hay que hacer cada año en mantenimiento, pintura o mejoras. Este año, por ejemplo, hemos instalado una plataforma salvaescaleras para personas con movilidad reducida, y solo eso ya desequilibra las cuentas”.
A pesar de las dificultades, el gestor asegura que seguirá adelante movido por la pasión y la tradición familiar: “He nacido en un cine. Mi padre abrió uno en Baena en 1962 y llevo toda la vida en esto. Los números te echan para atrás, pero el corazón empuja a no cerrar”. Y sobre la incógnita de gestionar otro espacio, se muestra prudente: “Esto tiene un límite como negocio, es como vender un piso: si lo piden muy caro, no compensa”.
De cara a 2026, Casado mantiene la intención de continuar con El Coliseo: “Ya hemos superado crisis económicas, la pandemia y momentos muy complicados. Si depende de mí, este cine seguirá en pie”.
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