Carlos Aladro: “La tarea de cualquier teatro es tener propuestas atractivas y convocar a la ciudadanía”
El madrileño Carlos Aladro, licenciado en Interpretación y Dirección de Escena por la Real Escuela de Arte Dramático (Resad) de Madrid, ha sido elegido para ocupar el cargo de gerente del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) de Córdoba. Aladro tomará el relevo a Alfonso López, quien se hizo cargo del puesto de manera temporal tras el fallecimiento de Juan Carlos Limia, después de que el Ayuntamiento ratificara en el Pleno del 14 de septiembre su nombramiento. Aladro ha estado al mando del teatro madrileño La Abadía hasta febrero de 2022, trabajando posteriormente en Segovia, como ha contado a Cordópolis en esta entrevista, en la que, además, ha explicado cuáles son sus propuestas para los tres teatros del IMAE.
PREGUNTA (P). Ha trabajado durante varios años en el teatro madrileño La Abadía. Pero, ¿nos puede hacer un repaso por su trayectoria?
RESPUESTA (R). El último año he estado en Segovia de asesor cultural en el Ayuntamiento de esta ciudad. Anteriormente sí que estuve en el Teatro La Abadía de Madrid, capital con la que he tenido un vínculo durante veinte años de mi carrera, desde que en 2001, cuando terminé la la carrera de Dirección de Escena en las Resad de Madrid, me llamaran para incorporarme como ayudante en dirección y coordinador artístico durante años. Luego, cuando estuve fuera de España, Madrid también me reclamó para ser el coordinador artístico del Corral de Comedias de Alcalá de Henares, donde trabajé en su gestión durante siete años. Este es un teatro como los de Córdoba, de exhibición, y cuando acabé ese período, estuve tres años como director del Festival de Otoño, que es el Festival Internacional de Artes Escénicas de Madrid, trabajando para la Consejería de Cultura y, al mismo tiempo, lo simultaneé con la dirección del Festival de Clásicos en Alcalá, donde estuve dos ediciones. Ahí fue cuando, por tercera vez, me reclamaron en La Abadía para hacerme cargo del primer proceso de relevo en su dirección después de que José Luis Gómez la fundara en 1995. He estado tres años articulando ese proceso con todas sus complicaciones propias, lógicamente, y ahora mismo está Juan Mayorola.
P. ¿Había tenido la oportunidad de estar previamente en alguno los teatros de Córdoba?
R. Sí, tuve la fortuna hace bastantes años de pisar el Gran Teatro como actor de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con La Estrella de Sevilla, que dirigió Miguel Pedregal, junto con otros grandes artistas. Entonces era un actor joven y me acuerdo muy bien. Y luego creo que volví también con El Mesías o con una producción de ese equipo, creo, no me acuerdo. Y bueno, sí, había tenido esa relación, digamos, artística, más allá de las visitas personales de venir a ver la belleza patrimonial de la ciudad. Pero sí, es bastante inesperado que esté aquí ahora.
P. ¿Solo había conocido entonces el Gran Teatro?
R. Sí, el Góngora no lo había conocido y La Axerquía, por supuesto, tampoco, hasta ahora.
P. ¿Conoce ahora mismo la situación de estos tres teatros?
R. Una vez que me llegó la convocatoria de que el IMAE estaba buscando un nuevo gerente, me interesó, me puse a investigar y a ver cuál era el estado. Me sorprendió muchísimo la potencia del IMAE y sus infraestructuras, su trayectoria me pareció muy relevante y extraordinaria, dentro del panorama de las instituciones escénicas de España. Que una ciudad como esta tenga un instituto municipal exclusivamente dedicado a la gestión de infraestructuras de las artes escénicas es muy importante. Muchas veces, desde dentro, no nos damos cuenta de estas cosas. Ahí me di un poco la oportunidad de investigarlo de cara a presentar mi candidatura. Aunque, prácticamente hasta finales de agosto, no se verificó la posibilidad, con lo cual ha sido un mes muy intenso y ahora mismo estoy en el proceso de aterrizar e ir tomando cuenta de cuál es el estado de la cuestión dentro de que, evidentemente, es una institución perfectamente saludable y operativa que da servicio. Como todas las organizaciones y las instituciones, tendrá sus cosas, sus fortalezas, sus debilidades, sus desafíos y sus amenazas, y habrá que ponerse a trabajar en ellas, pero desde el respeto y la admiración absoluta a lo que de verdad es una grandísima fortaleza, una riqueza, que es contar con una unidad administrativa propia como el IMAE. Esto es muy importante.
P. Y en cuanto a la infraestructura, ¿ha visto ya los espacios? ¿Cree que haría falta algún cambio?
R. He visitado los espacios, he conocido a los equipos y lo encuentro todo en un estado bastante razonable. Todo está a pleno rendimiento y estamos a finales de septiembre [la entrevista se realizó la semana pasada].
P. Hablando de personal, ¿Cree que haría falta incorporar nuevo personal?
R. No tengo todavía la información pertinente para poder establecer un diagnóstico. De hecho, mi primer trabajo tiene que ver con eso, con hacer una pequeña auditoría sobre el estado y la naturaleza del volumen de la tarea de la capacidad, cualificación del equipo y ver cuáles son las carencias, las necesidades y lo iremos viendo.
Córdoba es una ciudad que tiene una enorme cantidad de vida cultural
P. ¿Sabe ya la programación que viene? No sé si ha podido ver la que ha habido anteriormente. ¿Qué le parece? ¿Tiene pensado traer nuevas fórmulas de teatro?
R. Todavía es pronto para articular un discurso en esa dirección. Es importante, en todo caso, resaltar que el encargo y el concurso era para ocupar una posición de gerencia. Y yo estoy aquí en calidad de gerente en un espacio que cuenta con una directora artística y con una directora de administración y gestión, de manera que el trabajo principal es el de coordinación y gestión general de toda la institución y, por supuesto, pues tanto en el terreno financiero, económico, administrativo, como en el terreno artístico, aportaré mi experiencia y mi conocimiento para contribuir al avance en todo, en todos sus ámbitos. Me hace mucha ilusión poder contribuir a un trabajo estupendamente bien hecho porque tanto la trayectoria, como los datos con los que cuento, como las referencias a las que he tenido acceso, son estupendos. Pero creo que lo importante, en cualquier caso, es que siempre la tarea pendiente de cualquier teatro es que como nos dedicamos a una actividad viva en vivo, tenemos que estar siempre, valga la la redundancia, muy vivos.
El teatro es algo que se hace en la actualidad para hoy, para el público de hoy. Las historias, aunque sean las de ayer, se cuentan para un público de hoy y, a veces, son las historias de mañana y, muchas veces, son las historias de hoy. Ya sean música, circo, teatro, danza. Entonces, siempre la tarea de cualquier teatro es ser atractivo, tener propuestas atractivas y convocar a la ciudadanía a que comparta con nosotros uno de los ritos más fascinantes de la condición humana: el contarnos cuentos unos a otros. Con lo cual, este desafío siempre está. Para mí es mi vocación como creador de teatro, como director de escena, y es la que pongo al servicio de mi trabajo de gestión artística, el deseo de que venga el mayor número de personas y el mayor abanico de diversidad de públicos. Con lo cual sí, mi propósito genérico es, en la medida de nuestras posibilidades y capacidades, teniendo como hay ya un gran número y excelente de afluencia de público, ampliar a más. Hay que seguir atendiendo al que hay, pero nuestra ambición siempre es ir envenenando a más gente con el veneno del teatro, música, ópera, circo, danza y todas las disciplinas que tienen que ver con el arte en vivo. Vamos a ver cómo se puede convocar cada vez a más gente porque el teatro es ese enfermo crónico que no muere nunca.
P. El anterior gerente del IMAE, Juan Carlos Limia, dijo en 2021 que Córdoba no era una ciudad potente culturalmente, ¿Lo ve así?
R. No tengo una opinión personal y profesional al respecto. Lo que he podido constatar, consultando el observatorio de la cultura que hace la Fundación Contemporánea de Madrid, es que en el estado de ciudades culturalmente relevantes de España, Córdoba ocupa la posición número 20 y, en relación con Andalucía, tiene por delante a Sevilla, Málaga, y Granada. Al mismo tiempo, estoy percibiendo que Córdoba es una ciudad que tiene una enorme cantidad de vida cultural muy enfocada a la ciudadanía, a darle servicio, y eso me parece un activo muy importante. El hecho de que eso tenga mayor o menor eco hacia afuera es relativo porque, como decía, los que hacemos arte en vivo lo hacemos en directo y para la gente próxima. Entonces, hay que reflexionar en términos de lo que ahora se llama economía de proximidad, economía kilómetro cero. Es decir, el creador de aquí para el público de aquí o el creador de allí que viene aquí para hablarle al público de aquí. Si viene público de otros sitios a Córdoba, fenomenal. De hecho, ya viene mucho público dentro del marco de la oferta turística cultural y eso también es un activo muy importante con el que habrá que seguir trabajando. Pero hay otra parte de la actividad cultural que tiene que ver con enriquecer a la propia ciudad, porque todos queremos vivir en ciudades que tengan de todo. Independientemente de que hagamos mayor o menor uso en función de los intereses de cada uno, pero el derecho cultural o el derecho a una ciudadanía cultural no parece que sea un derecho esencial y las instituciones públicas que damos servicio de cultura tenemos que estar ahí. Luego, las listas y los rankings son relativos.
P. El antiguo gerente veía también que el Teatro Góngora podría ser un buen espacio para quitar peso al Gran Teatro, pero también para dedicarse más a los creadores cordobeses. ¿Cree que podría ser una buena opción esta sugerencia?
R. Me parece totalmente lógico y pertinente, pero una de de mis grandes aportaciones es mi absoluto desconocimiento que creo que se va a complementar muy bien con el gran conocimiento que tiene el equipo del IMAE, el gran conocimiento que tiene la ciudad, los intermediarios de comunicación y culturales. Entre mis planes está el contactar con el sector, con los diferentes creadores, con sus comunidades, con sus asociaciones y que me vayan transmitiendo su impresión. De momento, estoy con el IMAE, con el equipo y el ayuntamiento. Mi propósito es ir conociendo y en ese conocer iré escuchando para entender cuáles son las demandas del sector y de la ciudadanía. Nosotros, como tercer eje de ese triángulo -el público, la ciudadanía a quién va dirigido nuestro servicio y quién lo ofrece desde el ámbito de lo artístico y lo técnico- es encontrar esa interlocución y, por supuesto, luchar siempre en todos los puestos que he tenido. Aquí estoy encantadísimo de atender esas demandas para luego ver cómo las vamos ordenando. Espero que ese orden traiga la posibilidad de abarcar mucha capacidad.
P. Después de esta larga trayectoria, también en otras comunidades, ¿qué novedad podría aportar aquí?
R. Creo que precisamente eso, el hecho de que, al venir de fuera, tengo una mirada más general, y eso se va a complementar muy bien con la mirada más local y más concreta del sector aquí, de mi equipo. Y creo que eso va a generar buenos intercambios. El hecho de que fuera director de un festival internacional hace que tenga muchos contactos fuera y espero que eso ayude a poder abrir un poco la programación al ámbito más internacional, pero también al ámbito nacional en el que, a lo mejor, artistas que han frecuentado poco Córdoba, puedan venir por aquí. Por supuesto, siguiendo con lo del kilómetro cero, creo que siempre hay que seguir prestando atención a los creadores andaluces, en general, y a los cordobeses, en particular. También al levante andaluz como idea de la Andalucía interior, cosas un poco menos relevantes o más discretas, y también a disciplinas que están un poco ausentes, como el circo, la danza, o el teatro contemporáneo. Pero tengo que ir viendo las posibilidades y capacidades, aunque en mi trayectoria de gestión y programación he tocado todos los palos. Con el equipo que hay aquí, con las sinergias estupendas que hay, con la Orquesta... Serán muchos elementos como para ver hacia dónde podemos trabajar. Pero estoy encantado con la oportunidad y con el desafío. Traigo muchísima ilusión y todo mi bagaje para ponerla al servicio de la ciudad de Córdoba y sus visitantes.
P. La Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Córdoba está también aquí al lado. ¿Cree que también puede ser esto un punto a favor para crear algún tipo de colaboración con los estudiantes?
R. Es un punto positivo también eso y quiero conocer al equipo de la ESAD para ver qué sinergias se pueden generar ahí porque me parece muy importante que teniendo un instituto de artes escénicas con tres infraestructuras, tengamos una escuela de teatro al lado. Lo lógico y lo coherente es que haya un lugar de intercambio y de aprendizaje, que siempre será para que los alumnos aprendan, pero también los profesionales, que tenemos que recordar de dónde venimos. Yo personalmente estuve nueve años en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) porque estudié Interpretación y luego Dirección, con lo cual, sé muy bien qué significa ser alumno de una escuela de teatro. Ahí hay un desafío importante que me gustará atender.
P. Para finalizar, ¿nos puede poner en situación de cómo está el teatro actualmente en otras ciudades más grandes, qué novedades está habiendo o si están surgiendo nuevas fórmulas que aún no han llegado aquí, por ejemplo?
R. Ahora hay tantas cosas que no tengo mucha idea, pero tengo un especial interés en el teatro iberoamericano y en sus autores. Hay una serie de autores y autoras como Guillermo Calderón, Gabriel Calderón o Marianela Morena, una generación extraordinaria. O Andrea Narrote, de la que traje un espectáculo hace un par de años. Ahí hay un teatro fascinante; teatro en castellano y que me parece que es precioso y muy interesante de conocer. Además de que está muy hermanado con nosotros por razones evidentes. Europa está muy bien, pero a veces, donde menos te lo esperas, hay cosas fascinantes.
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