La plantilla de Correos continúa la huelga “contra el desmantelamiento del ente postal público”
El día 1 de junio comenzaron los tres días de huelga general, convocados por los sindicatos mayoritarios de Correos, CCOO y UGT, contra el desmantelamiento postal provocado por el modelo de gestión fracasado impuesto por el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, y avalado por el Gobierno, que lo nombró sin tener experiencia de dirección empresarial, ni en el sector público, ni privado.
La huelga general comenzó con una multitudinaria manifestación en Madrid que se convirtió en una marea amarilla con más de 20.000 participantes. Los miles de trabajadores que acudieron en autocares, vehículos particulares y otro tipo de transportes desde todas las provincias del Estado, para manifestarse por las calles de Madrid hasta el Congreso de los Diputados, exigieron el fin del desguace y del hundimiento postal que la gestión de su presidente está provocando, así como el abandono postal mostrado por el gobierno, con la incertidumbre sobre el futuro y la viabilidad de Correos.
Este viernes día 3, continuando con los actos previstos dentro de los días de huelga, los trabajadores y trabajadoras de Correos de Córdoba se han concentrado delante del edificio principal de Correos en esta provincia, donde han seguido reivindicando otro modelo postal público de país, con calidad de empleo. Emplazando al presidente de Correos y al Gobierno a cambiar el rumbo del desmantelamiento postal y a apostar por un correo público y moderno que la sociedad y la ciudadanía de la provincia de Córdoba y el país necesitan.
Para UGT y CCOO la nefasta gestión del actual presidente de Correos, que cuenta con el aval del Gobierno, está llevando a la mayor empresa pública de nuestro país a un punto crítico de difícil retorno si no se toman medidas, con un deterioro del servicio público, un agujero económico, un recorte de plantilla y una precariedad del empleo sin precedentes en la historia de Correos.
Ambos sindicatos afirman que otro modelo postal público de país y con calidad de empleo es posible. En este sentido, la huelga tiene por objeto evitar el desmantelamiento de Correos, denunciar el fracaso del modelo de gestión empresarial y laboral, que ha colocado a la mayor empresa pública del país en un estado de quiebra técnica, con el mayor agujero económico de su historia. Ha provocado una caída de actividad alarmante y un recorte de 7.000 empleos. Ha extendido la precariedad a todos los trabajadores y trabajadoras de Correos, eventuales y fijos, con unos niveles del 25% de su plantilla a tiempo parcial. Una situación sin precedentes en una empresa pública. Además de hacer un llamamiento a la sociedad sobre las consecuencias del abandono del servicio postal público para la ciudadanía del país.
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