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La nevera que alarga la vida de los pulmones y que ha revolucionado los trasplantes en el hospital Reina Sofía

Profesionales de la Unidad de Cirugía Torácica del Hospital Reina Sofía

Alejandra Luque

2 de febrero de 2025 21:29 h

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Hasta hace un año, el mantenimiento de los pulmones que iban a ser trasplantados en el Hospital Reina Sofía de Córdoba se hacía a una temperatura de entre seis y ocho grados. Sin embargo, un estudio clínico multicéntrico entre el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y las universidades de Toronto y Viena ha concluido que la introducción de los injertos pulmonares en una nevera a 10 grados prolonga el tiempo que pasa entre que estos órganos son extirpados y trasplantados; un proceso que clínicamente se conoce como isquemia. Este avance tecnológico ha transformado la forma en que se realizan los trasplantes de pulmón en este centro hospitalario andaluz, aportando ventajas de todo tipo, como operaciones diurnas, mayor alcance geográfico y una mejor calidad postoperatoria de los pacientes. Gracias a esto y a la técnica de perfusión ex vivo, el Reina Sofía es hoy el hospital español líder en trasplantes y el segundo en el mundo, solo superado por el de Toronto.

Lejos de lo que pueda pensarse, la nevera en la que los pulmones se mantienen a diez grados no es una tecnología para nada compleja. Es, simple y llanamente, una especie de frigorífico con dos bandejas en las que pueden almacenarse hasta cuatro pulmones, siempre debidamente catalogados. Aunque actualmente se está utilizando principalmente para la preservación de estos órganos, se están realizando estudios para extender esta tecnología a otros como el corazón y el hígado, tal y como apunta el facultativo de Cirugía Torácica Francisco Javier González.

El doctor especialista Francisco Javier Algar Algar enumera una tras otra las ventajas que esta nevera ha supuesto para todo el equipo de trasplantes y que son, al fin y al cabo, beneficios para el paciente trasplantado. Dado que tradicionalmente el tiempo de isquemia era de seis a ocho horas, esto obligaba “a una logística muy ajustada y a menudo a realizar trasplantes durante la noche”. Con esta nevera, ese tiempo se extiende a 12 y 16 horas, permitiendo una mejor planificación y organización de los procedimientos, y la realización de trasplantes durante el día. “Esto mejora las condiciones de trabajo del personal médico, que ya no tiene que trabajar de noche, con el cansancio que ello conlleva, evitando la suspensión de los quirófanos programados para otros pacientes”, explica el doctor.

La nevera siempre está conectada en una de las salas anexas a los quirófanos, pero el estudio clínico sobre el que se apoya ha habilitado a los profesionales médicos a transportar pulmones, en otro tipo de neveras, a hospitales más lejanos, hasta a seis o siete horas de distancia. Esto conlleva, por tanto, “una ampliación del número de donantes potenciales y el acceso a trasplantes”, argumenta Algar, quien afirma que esta tecnología también permite gestionar mejor “los casos de donaciones simultáneas, realizando un trasplante de inmediato y guardando el otro órgano para el día siguiente”.

Asimismo, mantener los pulmones a esta temperatura mejora la calidad de los mismos “dado que se ha demostrado que hay menor deterioro celular y una mejor función mitocondrial, apunta por su parte González, que hace referencia también a que todas estas mejoras redundan ”en una mayor supervivencia de los pacientes y en una menor estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Aunque el Hospital Reina Sofía no participó en el estudio inicial que dio origen a esta nevera, el centro cordobés -tal y como explica González- sí está colaborando actualmente en la investigación relacionada con esta tecnología. Después de que se demostrara la seguridad y la mejora en los resultados con el uso de esta tecnología de vanguardia, el hospital ha comenzado a recoger sus propios datos, que se utilizarán para futuros estudios multicéntricos.

Esta innovación representa un cambio en el paradigma de la conservación de órganos para trasplantes de pulmón y ha conseguido datos históricos para el Reina Sofía. Durante 2024, el Reina Sofía ha realizado 337 trasplantes de órganos de los que 131 han sido pulmonares. Hay que señalar que a ello también ha contribuido la perfusión ex vivo, que recupera pulmones que inicialmente no serían válidos para el trasplante. Esta técnica se usa para pulmones, corazón e hígado. Durante el pasado año, los profesionales de este hospital ha podido recuperar el 100% de los órganos evaluados para este procedimiento y que de otra forma hubieran sido descarados. Gracias a esta tecnología se han podido hacer seis trasplantes.

Además de Algar y González, la Unidad de Cirugía Torácica del Reina Sofía está formada por los facultativos Francisco Cerezo Madueño, Paula Moreno Casado y Lucas Hoyos; el residente de cuarto año Benito Cantador Huertos y el responsable del servicio, Antonio Álvarez Kindelán.

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