Empleadas de una clínica estética en Lucena denuncian estar en ERE y sin sueldo desde enero
Hace casi un año cinco empleadas cordobesas de Hedonai, una cadena de clínicas de belleza, denunciaban a este medio encontrarse en situación de ERE sin cobrar desde hacía meses, y sin obtener la baja que les permitiese buscar otros trabajos o solicitar el desempleo. Ahora, son otras cuatro compañeras las cuentan que se encuentran en la misma situación.
Tras el cierre de la clínica en Cruz Conde, por el que se vieron afectadas estas cinco trabajadoras; Hedonai vuelve a realizar un ERE que afecta a 106 trabajadores de toda España. En concreto, a cuatro cordobesas que trabajan para la clínica de Lucena, una de las dos que siguen abiertas en la provincia.
Marta (nombre ficticio), ya contaba el pasado mes de junio a Cordópolis que todas las clínicas de Hedonai fueron en declive cuando el grupo Vivanta compró Láser 2000, “con el que todo era maravilloso”. Sin embargo, aún fue peor cuando a Vivanta lo compró Hedonai en marzo de 2022. “En ese momento empezamos a notar cómo el declive era generalizado, pasamos de clínicas con mucho potencial que tenían a los pacientes muy bien atendidos a que no nos llegaran los productos, hacían cambios en los contratos de los pacientes y estos ponían hojas de reclamaciones por un tubo; empezamos a ver que la gerente pasaba de lo que le decíamos. Incluso había clínicas con ratas, con cucarachas o cortes de luz”, explicaba.
En el caso de Esther (nombre ficticio) y sus compañeras de Lucena, el ERE se les ha comunicado el pasado viernes “de un día para otro”, según ha contado. A pesar de la situación, se les pide que sigan en el establecimiento, a diferencia de sus otras compañeras a quienes “mandaron a sus casas”. Mientras tanto, las nuevas perjudicadas, tienen que asistir a sus puestos de trabajo y solo pueden “vender lo mínimo”.
En los nueve meses que han pasado desde el pasado ERE, Esther ha detallado que “han ido con retrasos en los pagos pero todo dentro de unos límites, han mandado lo justo de productos y han ido quitando algunas máquinas”. Además, ha añadido que no pagan el alquiler del local y que “la gente lo sabe”, por lo que los clientes “vienen preocupados”. Pero no solo es el alquiler lo que la empresa también debe, sino que durante este tiempo, las trabajadoras se han visto afectadas también por numerosos cortes de luz. “Se pasaban dos días y no venía la luz”, aclara Esther.
Actualmente, las trabajadoras de las 16 clínicas que en total se han visto afectadas a nivel nacional, se encuentran en contacto para elegir en 15 días a un representante sindical. Esther, que lleva trabajando con esta cadena desde hace 10 años, ha mostrado su preocupación al no saber “cuándo vamos a cobrar”. Pero también porque temen ser una de las clínicas que se vea afectada por el cierre definitivo.
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