De Córdoba a las mejores universidades de EEUU becados para completar sus estudios e investigar
Doce universitarios e investigadores en formación que están a la vanguardia del conocimiento en Andalucía viajarán el próximo curso 2023/2024 a EEUU para completar su formación o profundizar en sus proyectos de I+D en las prestigiosas universidades de este país, gracias a las becas Fulbright financiadas por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación. Entre estos ejemplos de estudiantes universitarios andaluces hay varios casos de jóvenes que se formaron en la Universidad de Córdoba.
Alejandro Román, Ana Pozo, Ana León, Luis Fernández o Antonio Hermán son cinco de estos jóvenes brillantes que tendrán la oportunidad de cursar estudios de posgrado o realizar estancias predoctorales. Con toda probabilidad, sus nombres serán los que avalen en los próximos años los avances más significativos, tanto en investigación básica como aplicada, de la ciencia con sello andaluz. Todos ellos reúnen méritos de sobra para ello. En sus currículos vitae figuran expedientes académicos con las máximas calificaciones, experiencias Erasmus+ o numerosas becas de formación e investigación en su trayectoria universitaria, logros obtenidos durante años gracias a su esfuerzo por alcanzar la excelencia. Aunque sus intereses son muy diversos y proceden de numerosas ramas del conocimiento, desde la biología molecular, la biomedicina o la literatura, hasta la oceanografía o la traducción e interpretación, a todos les unen las mismas expectativas y el entusiasmo por afrontar esta nueva etapa.
Coinciden en que esta estancia internacional les permitirá, además de avanzar en sus respectivas áreas de investigación, aprender nuevas técnicas y metodologías de análisis y estudio, así como entrar en contacto con los grupos de investigación más punteros del mundo en muchos campos. En ese equipaje de vuelta también confían en incluir una experiencia vital y cultural inolvidable con la que, sin duda, enriquecerán sus perfiles y sus carreras científicas. Aunque valoran esta oportunidad y no descartan acumular nuevas oportunidades en el extranjero, lo cierto es que tienen claro que su viaje contará con un billete de regreso con destino a Andalucía. Aquí pretenden volver para desarrollar sus proyectos y devolver a la sociedad lo invertido en ellos.
Tanto ellos como el resto de sus compañeros se incorporarán a sus universidades de destino a partir del próximo verano. La mayoría de estas instituciones académicas se incluyen entre las cien primeras reconocidas por el prestigioso ranking de Shanghai, como Harvard, Cornell, la Universidad de California (San Diego), la Universidad de Illinois (Chicago), la Universidad Estatal de Ohio o la de Maryland, entre otras. A estas entidades se suma también el Hospital de Investigación Infantil Saint Jude.
Ana Pozo, Antonio Hermán y Luis Fernández proceden de la Universidad de Granada (UGR). Ana Pozo es graduada en bioquímica por la Universidad de Córdoba y cuenta con un máster en ciencias moleculares de la vida por la Universidad de Radboud (Holanda). Desarrolla estudios de doctorado en el campo de la biomedicina y realizará una estancia de investigación predoctoral en la Universidad Northwestern (Chicago). Actualmente está centrada en estudiar los biomarcadores determinantes de la respuesta a los fármacos. Asegura que está deseando conocer los nuevos protocolos que llevan a cabo en esta entidad americana y confía en que aprender cómo se investiga en EEUU le resulte valioso para su trayectoria futura. A su juicio, “la I+D que se hace en Andalucía tiene una calidad muy alta y el programa Fulbright da a los investigadores que están comenzando una oportunidad incuestionable para formarse y demostrar sus capacidades”. “Este tipo de becas te pone el foco y te ayuda a conseguir más financiación; en definitiva, te abre muchas puertas”, apunta.
Antonio Hermán también coincide con Ana en que en “Andalucía se hace ciencia puntera y cuenta con unas de las mejores universidades del mundo en todos los ámbitos, tanto en ciencias e ingenierías como en artes y humanidades”. Para este investigador brillante, este tipo de iniciativas permite apuntalar la calidad de la docencia y la I+D andaluzas y constituye una medida “muy inteligente de invertir el dinero público, ya que redundará en el conjunto de la sociedad andaluza”. En unos meses se marchará a la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey y a la Universidad de Connecticut para realizar dos estancias de investigación. Estudia su doctorado en el área de la traducción e interpretación en la UGR, donde se graduó en la misma disciplina. Esta beca contribuirá a avanzar en su proyecto, con el que trata de mejorar el acceso a la investigación por parte de adolescentes y jóvenes adultos.
Luis Fernández coincidirá con Hermán en Nueva Jersey, a donde viajará para llevar a cabo sus estudios de doctorado en el área de la biología molecular del cáncer. Cursó estudios de grado en química y decidió dar un giro y orientar su formación posterior hacia la biología molecular, por lo que, a su juicio, esta experiencia en EEUU le posibilitará completar y mejorar su formación académica. “En las universidades americanas puedes elegir materias que no se ajustan totalmente a tu perfil, pero que te permiten completar y ampliar tus conocimientos con un enfoque más amplio”, subraya para añadir que esa flexibilidad le posibilitará adquirir formación en genética y en otros aspectos de la biología molecular que no posee al haber estudiado química. Aunque duda sobre qué pasos dará en el futuro, se imagina en Granada desempeñando su carrera científica en algún centro de I+D y logrando grandes avances en un campo de la salud tan sensible.
Ana León está especializada en ciencias biológicas y pertenece al departamento de biología celular, genética y fisiología animal de la Universidad de Málaga, donde estudia su doctorado. Su estancia predoctoral la realizará en la Universidad de Ohio. Es consciente de que la investigación es un camino duro y de que en España el listón está muy alto, por lo que al principio de la carrera investigadora puede resultar desmoralizante. Remarca que “este tipo de iniciativas brindan a los investigadores que comienzan la oportunidad de visibilizar su trabajo y, de alguna manera, transformar sus proyectos en logros viables y demostrables que luego podrán aportar y enriquecer a la sociedad”.
Alejandro Román pondrá rumbo a la Universidad de Maryland para continuar con la investigación predoctoral que ya desarrolla en la Universidad de Cádiz en materia de oceanografía y ciencias del mar. Allí se licenció en ciencias marinas y realizó un máster en oceanografía. Su investigación se centra en el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático y el uso de técnicas GIS basadas en sensores remotos UAV (vehículos aéreos no tripulados o drones) para el seguimiento de procesos costeros. En Maryland profundizará en la teledetección a través de drones para hacer estudios medioambientales costeros y marinos. Para Román es un privilegio poder relacionarse con otros investigadores de EEUU en este campo, donde son pioneros en la aplicación de este tipo de tecnología. A su vuelta confía en que la experiencia que adquiera le permita crecer profesionalmente y abrir nuevas vías de investigación en Andalucía.
Un punto de inflexión en sus vidas y en sus carreras
Laura Melgar y Joaquín Rodríguez ya forman parte de la comunidad Fulbright. Ellos disfrutaron de su beca en ediciones anteriores y están de regreso en Andalucía. Ambos han entrado en contacto con compañeros de muy diversas nacionalidades, culturas y perspectivas y han cambiado su percepción inicial de cómo enfocar la I+D, por lo que califican la experiencia como “un punto de inflexión en sus vidas y sus carreras”.
Laura es graduada en Ingeniería de la Salud por la Universidad de Sevilla, cuenta con un máster en Ingeniería y Tecnología del Software y ha finalizado su doctorado por la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en ingeniería informática; en concreto, en el área del big data, machine learning e inteligencia artificial. Durante seis meses trabajó en la Universidad de Nueva York con datos sensoriales acústicos con el objetivo de aplicar a ese material los algoritmos que había desarrollado en la UPO para poder obtener aplicaciones concretas, ya sean en el campo acústico, en el tráfico o en cualquier otro ámbito, con el fin último de obtener beneficios para las ‘smart cities’. Aclara que todo ese bagaje le va a resultar de gran utilidad en su investigación posdoctoral, muy enfocada en esas ciudades inteligentes. “A mí lo que más me ha calado es el punto de vista con el que orientan sus investigaciones. He sacado muy buenas ideas para poderlas poner en práctica en Andalucía”, afirma. No duda en animar a los jóvenes que se van en unos meses a que aprovechen al máximo esta oportunidad, “porque -comenta- les cambiará la vida”.
Joaquín está finalizando su doctorado en la Universidad de Córdoba sobre el consumo de sustancias en la adolescencia, factores de riesgo y prevención, después de graduarse en Educación Primaria y Psicología. El año pasado comenzó su formación en la Universidad de Clemson (Carolina del Sur) y se considera un privilegiado por haber podido integrarse en un potente equipo a nivel internacional. “Ha sido un aprendizaje en el plano académico, pero también desde una perspectiva cultural y vital”, reafirma.
De los doce andaluces seleccionados para el próximo curso, nueve realizarán actividades de investigación a través de estancias de entre seis y nueve meses, en el marco de sus estudios de doctorado en Andalucía, mientras que los tres restantes completarán su formación universitaria con un programa de posgrado, que cursarán por un periodo que oscila entre uno y dos años. A estos se suman otros tres jóvenes andaluces procedentes de las universidades de Córdoba, Pablo de Olavide y Sevilla que han sido seleccionados en la convocatoria general del programa.
La excelencia y la internacionalización constituyen uno de los pilares sobre los que se asientan la formación académica universitaria y la I+D+I andaluzas. Por ello se llevan a cabo actuaciones que persiguen retener talento joven investigador en la comunidad, así como captar perfiles de alto nivel científico de relevancia mundial con el fin de reforzar la estructura del capital humano dedicado a este campo en la comunidad.
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