El Colegio de Arquitectos de Córdoba apela a la tranquilidad: “El incendio de Valencia es una excepción”
El incendio de los dos edificios de diez y 14 plantas de Valencia es una “excepcionalidad y hay que llamar a la calma”. Así de rotundo se muestra en declaraciones a este periódico el catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y perteneciente al Colegio de Arquitectos de Córdoba, Rafael Suárez, que entiende la preocupación que el siniestro ha generado en la ciudadanía, pero insiste en situar los hechos en el contexto adecuado.
Las imágenes de ambos edificios ardiendo asustan y desesperantes fueron las horas en las que los bomberos de Valencia trabajaron para socorrer a una pareja que se encontraba en el balcón de su vivienda intentando sortear las llamas. Por el momento, esta desgracia se ha saldado con diez personas fallecidas. Las causas del incendio se están investigando, pero la magnitud del mismo se debió, señalan los expertos, al material de la fachada. Unos técnicos aluden al poliuterano, aunque el Colegio de Arquitectos de Valencia señala que “el certificado final de obra indica que el aislante de la fachada no es poliuretano, sino un aislante mineral de lana de roca”, también inflamable.
La realidad es que, tal y como explica el arquitecto Suárez, hasta 2006, “poco o nada” había sobre qué materiales debían usarse en fachadas o cuál debían ser su fortaleza a los incendios. Sin embargo, todo cambió con el incendio de la Torre Windsor, en Madrid, en febrero de 2005. A raíz de ahí nació el Código Técnico de Edificación, que es de 2006. Desde entonces, “todo edificio se construye bajo esta normativa . De hecho, hoy en día se usan poliuretanos, pero no los que se colocaban en aquellos años, y con unas características de reacción al fuego mucho mayor. Además, deja claro qué materiales se pueden utilizar dependiendo de las plantas que tenga el edificio”.
Actualmente no hay un registro que pueda ser consultado para conocer directamente qué edificaciones de Córdoba se realizaron con la normativa anterior a la creación del Código Técnico de Edificación, primando hasta ese momento la normativa europea. Esta misma también cambió tras el incendio registrado en 2017 en la Torre Grenfell de Londres. En aquella ocasión ocurrió lo mismo: el fuego se propagó a través de la fachada. El resultado de aquel incendio fueron 80 muertos.
Por tanto, para conocer de qué materiales están hechos los edificios de Córdoba “habría que acudir a la Gerencia Municipal de Urbanismo y revisar proyecto por proyecto, algo que es imposible” por el esfuerzo que puede suponer. Además, sostiene, “una cuestión es el proyecto en papel y luego lo que finalmente se acaba ejecutando”.
Por ello, Suárez ha insistido en que no cunda la psicosis entre la ciudadanía y en ser conscientes de que “no se pueden mirar con los ojos de hoy las construcciones del pasado. El incendio de Notre Dame es un ejemplo. Los bomberos pueden hacer muy poco cuando un edificio de madera arde, pero ya no se construyen así. Les ocurrió lo mismo a los de Valencia. Lo que está claro es que la normativa española cambió cuando se produjo aquel incendio del Windsor, porque casos como ese y como el de los edificios de Valencia son muy puntuales”.
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