Segunda División

La 'unidad B' del Córdoba CF: más dudas que certezas

Uno de los grandes 'debes' del Córdoba CF en esta temporada ha sido, sin duda, la profundidad de banquillo que ha tenido Iván Ania en muchos tramos de la temporada. La apuesta por parte de la dirección deportiva, ya desde el inicio del mercado veraniego -e incluso desde la pasada temporada-, ha sido la de tener una plantilla corta apostando por la polivalencia y un mayor 'valor' por jugador. Sin embargo, hay varias apuestas que, además de no haberse consagrado en el once inicial de Iván Ania, tampoco han sabido esperar lo que se esperaba de ellos desde el banquillo.

Uno de los ejemplos más claros se vio en la visita a Burgos. El Córdoba CF, que acabó cayendo por 3-2, tuvo una nula reacción a la remontada local, a pesar de ponerse hasta en dos ocasiones por delante en el marcador. Iván Ania espero hasta el minuto 78, ya con el marcador en contra, para tratar de voltear el resultado con los cambios. Así, entró Magunazelaia y posteriormente, en el 84, lo haría Ander Yoldi. La ristra de cambios la completaron Genaro y Casas, en el 87.

Ninguno de ellos tuvo un aporte trascendental en el partido. El jugador que más balones tocó fue Genaro, que intentó un total de 15 pases, acertando en 10 de ellos, aunque con 5 pérdidas de posesión. Más discreto si cabe fue el aporte de los cedidos: Ander Yoldi apenas buscó dos centros y 7 pases, con 4 pérdidas de posesión; mientras que Magunazelaia tocó tan solo dos balones a pesar de ser el jugador de banquillo que más minutos disfrutó. Antonio Casas, a pesar de tampoco ser protagonista, al menos intentó un disparo a puerta, que fue bloqueado por la defensa.

Un once muy reconocible y una pobre 'unidad B'

Prácticamente cualquier cordobesista que acuda asiduamente al Reino podrá recitar la alineación de Iván Ania de memoria: Carlos Marín, Albarrán, Xavi Sintes, Rubén Alves, Carlos Isaac, Isma Ruiz, Alex Sala, Pedro Ortiz, Carracedo, Jacobo y Antonio Casas. Es el once más 'reconocible' del técnico asturiano, y prácticamente siempre que ha tenido posibilidad, ha optado por alinear a sus 'guerreros'. Sin embargo, jugadores con un rol más secundario, que deberían haber aportado más desde el banquillo, no han sabido dar ese paso hacia adelante que se esperaba.

Hay situaciones distintas. Un caso curioso es el de Calderón, que perdió la titularidad tras la expulsión en Almería, y Ania optó entonces por alinear en su puesto a Albarrán a banda cambiada, hasta que la lesión de Carlos Isaac le ha devuelto al once titular. Marvel, que comenzó siendo titular, fue perdiendo protagonismo a medida que sus errores costaban puntos, aunque una nueva lesión, esta de Rubén Alves, le ha vuelto a abrir las puertas del once, aunque aún busca la contundencia que mostró en sus primeros minutos como blanquiverde. Y luego está el tema de un Gabriele Corbo que apenas suma 88 minutos como blanquiverde y que, pese a que ha dejado buen regusto, aún no ha logrado jugar ningún partido como titular.

El centro del campo es, quizás, el más evidente. Isma Ruiz, Álex Sala y Pedro Ortiz se han alzado como los grandes protagonistas, con una cuota reservada para un Théo Zidane que, eso sí, ha aportado su granito de arena durante varios tramos de la temporada. Sin embargo, otros futbolistas como Alberto del Moral o Genaro salen 'a deber'. El primero, por sus lesiones; y el segundo, por su escasa participación, aunque se ha visto aumentada en estos últimos duelos.

Mientras tanto, en el ataque, el protagonismo de los cedidos han dejado mucho que desear. Carracedo, Jacobo y Antonio Casas -además de un Obolskii titular en las fechas recientes- parecen inamovibles desde la lesión de Adilson, y ni Magunazelaiza ni Ander Yoldi han sabido sumar desde el banquillo. El de Osasuna suma más de 1.000 minutos como blanquiverde, con 8 titularidades y 30 suplencias, pero apenas suma 2 goles y una asistencia. Magunazelaia, mientras tanto, dejó buenas sensaciones en algunos partidos que dispuso como mediapunta titular, aunque desde el banquillo, su trabajo ha sido gris. Casi 400 minutos para él, aún sin goles ni asistencias, pero con 4 tarjetas amarillas y una expulsión en Elda que dejó muchas dudas.