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REPORTAJE
Más carga de trabajo, menos conciliación: cuando desaparece el color rojo en el calendario del comercio

Protesta de trabajadores de Carrefour La Sierra por la apertura en festivos y domingos.

Carmen Reina

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Charo Pérez y Amelia Aguado son trabajadoras del sector del comercio en Córdoba, ambas en establecimientos de grandes superficies. A ambas les afecta la denominada declaración de toda la ciudad de Córdoba como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), por parte de la Junta de Andalucía, que determina que los comercios pueden abrir domingos y festivos de los meses de abril, mayo, septiembre y octubre. Y, sus empresas, Carrefour y El Corte Inglés, así lo están haciendo, con la consecuencia de que ellas trabajan ahora también domingos y festivos.

“Nosotras, en el comercio, ya trabajábamos de lunes a sábado. Y ahora, suma también los domingos. El domingo descansa nuestra familia y nosotras entre semana”, explica Charo sobre las consecuencias para su vida personal y la conciliación familiar el hecho de introducir también ahora en sus turnos de trabajo los días festivos.

En su casa, sus dos hijos estudian y su marido solo descansa un fin de semana de cada mes y medio. ¿El resultado? “Apaga y vámonos”, dice. “En casa cada uno va por su lado, no coincidimos; si entro a trabajar a las 15:00 mis hijos no han llegado. Cuando llego yo a las 22:15, mi marido que trabaja de noche ya no está. No nos vemos”. Y ahora, si a Charo le toca trabajar en domingo y festivos, menos. A cambio, el día de descanso que le corresponde es entre semana: “Es impuesto, no lo elegimos”, se queja. “¿Para qué quiero un martes o un jueves de descanso?”.

En el trabajo en Carrefour del Centro Comercial La Sierra se pregunta, además, por qué les tiene que afectar la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística. “Es absurdo”, dice tajante. “Si estuviéramos por dónde van los turistas, pero quien viene a Córdoba un fin de semana no se va a la periferia a comprar”, dice sobre la ubicación del centro comercial donde trabaja.

“Aquí quien viene si abres un domingo o festivo son cordobeses. Pero el dinero que se gasta es el mismo que otro día cualquiera, porque es lo que tiene, no hay más. Si tiene 100 euros para sus compras, eso se lo gasta si va un día entre semana o si va un festivo”, asegura.

“Más carga de trabajo”

Para hacer los turnos de trabajo ahora con más días en la semana, los empleados piden también que se contraten a más personas. “Han contratado a gente pero a muy poquitas horas para los festivos. Para la plantilla, que también vamos los festivos, se suma más carga de trabajo”, asegura.

Charo, junto a parte de sus compañeros de Carrefour, vienen protagonizando protestas con concentraciones a las puertas del CC La Sierra contra la norma de la Junta de Andalucía que permite abrir domingos y festivos en toda la ciudad. Y es que, reitera, “no tenemos conciliación familiar”.

En un caso parecido está Amelia. Ella trabaja en El Corte Inglés y en casa tiene a dos hijos, además de hacerse cargo junto a sus hermanos de pasar las noches con su madre de 91 años. Cuenta que añadir festivos y domingos a su trabajo es “horroroso” porque estos días trabaja “desde por la mañana hasta por la tarde, nueve horas seguidas” y eso permite “poca conciliación”.

Como ejemplo, mira el calendario y recuerda que trabajó el domingo anterior y estuvo “doce días seguidos trabajando”, entre el 2 de mayo al día 14. “Lo que notas es falta de descanso, es mucha tela, muy intenso. Es una barbaridad”.

“Sales reventada, agotada” dice para recordar que a su trabajo debe sumar las tareas en casa y las noches que debe pasar cuidando de su madre. “Es imposible”.

Como otros compañeros, Amelia no acaba de entender que la apertura de domingos y festivos afecte a toda la ciudad y no solo a la zona que visitan los turistas cuando vienen a Córdoba. “Yo no digo que no abran, pero que hagan contrataciones para los fines de semana y no los hagamos los que estamos durante la semana”, reclama.

En su trabajo, explica que algún fin de semana sí han tenido “un refuerzo”, con la contratación “unos chicos para el fin de semana”. Pero a la plantilla también se le ha sumado la posibilidad de trabajar en festivos y domingos, con las consecuencias para a vida personal y familiar.

“A ver si entre todos podemos solucionarlo”. Es el deseo que expresa, para que se dé marcha atrás a la norma que les ha borrado el color rojo del calendario.

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