Bomberos forestales voluntarios emplean sus vacaciones para ayudar en Valencia: “Aquí hay trabajo para muchos días”
El sonido de los escobones arrastrando barro en las calles de Catarroja (Valencia) no para. Se escucha durante la conversación telefónica de este periódico con algunos de los 18 bomberos forestales que, de manera voluntaria y particular, han ido desde Córdoba para ayudar desde este lunes en las labores de achique de agua y despeje de vías en este municipio afectado por la riada asociada a la DANA. En jornadas desde las 8:00 y hasta las 19:00, estos bomberos han cogido sus días de vacaciones y se han plantado en Valencia para ayudar.
“El paisaje que nos encontramos aquí es desolador. Muchos tenemos años de experiencia en emergencias y la realidad es que nunca habíamos visto nada así”. Quien traslada esta impresión es uno de los bomberos forestales cordobeses, Rubén Flores, mientras inician su segunda jornada de trabajo en Catarroja. “Es un paisaje casi de guerra, con coches rotos por todos lados… Aquí hay trabajo para muchos, muchos días”.
Llegaron a este municipio el lunes a primera hora del día y, desde entonces, se dedican a achicar agua de los bajos de los edificios y limpiar de barro y residuos las carreteras y vías de acceso, así como otros espacios para posibilitar el tránsito. A estos dieciocho bomberos forestales -la mayoría de Córdoba, pero también de otras provincias andaluzas-, se suman refuerzos en esta jornada desde la Subbética cordobesa y del Grupo de Pronto Auxilio contra incendios Las Siete Fincas de Córdoba.
Tristeza y colaboración entre los vecinos
En Catarroja, la desolación de los vecinos por lo ocurrido se entremezcla en estos días con el agradecimiento a quiénes han viajado desde Córdoba para ayudarles a recobrar -en lo posible-, sus calles, sus casas, sus vidas. “Las familias están tristes, pero vienen a darnos las gracias y a contarnos lo que están pasando”, relata Rubén.
“Hay a quien se le saltan las lágrimas hablándote y también a quien no le falta una sonrisa para nosotros. Esta mañana al llegar, por ejemplo, una vecina nada más vernos nos ha pegado una voz: '¿Os bajo un café? Nos están tratando muy bien”, agradece.
Este grupo de bomberos se ha desplazado hasta Catarroja con cinco vehículos propios, “cargados de materiales de primera necesidad que han sido entregados a las autoridades”. Ellos, llevaban sus propios medios para trabajar en las labores de achique de agua y limpieza, desde palas y escobones a esportones, motosierras, una bomba para quitar agua y otros materiales.
Peligro de infecciones
Todo eso, junto a sus propios equipos de autoprotección. “Esto se está agravando por la posibilidad de infecciones. El barro ha traído restos de cadáveres de animales y humanos. Y estamos tomando medidas exhaustivas para trabajar”, explica este bombero. “Llevamos doble guante, mascarilla, equipos totalmente impermeables y tenemos mucho cuidado. Cualquier corte aquí puede provocar una infección”, advierte.
La solidaridad desde Córdoba también les ha provisto de donaciones económicas para ayudar y de materiales que les han proporcionado empresas y negocios antes de partir. Lo que no utilicen, se donará a los afectados.
“Esto parece una pesadilla que no se acaba”
Trabajan en grupo, codo con codo en estos días en Catarroja con decenas de profesionales que ya sí se ven en este municipio. “Desde este lunes, afortunadamente, los dispositivos de emergencia están funcionando a un ritmo importante. Aquí hay bomberos forestales de todo el territorio español, además de policías y militares”.
Rubén recuerda también “las quejas de los vecinos porque la actuación ha llegado tarde” y encara una nueva jornada de sol a sol para ayudarles. Han encontrado “una situación muy dispar entre los vecinos: a algunos las inundaciones no les han provocado muchos daños, pero aquí hay quien ha perdido familiares, casas, coches… Nos cuentan que esto parece una pesadilla que no acaba. Otros sacan fuerza y una sonrisa”.
Estos bomberos voluntarios de Córdoba han encontrado enseguida también la solidaridad de compañeros locales. Los bomberos forestales de Valencia les han proporcionado avituallamiento -“nos tratan genial”-, y también la ayuda de “los vecinos organizados para que a todos los voluntarios y profesionales no les falta de nada”.
Esta noche la volverán a pasar en el Club Náutico de Valencia, donde además de un techo han tenido cena y colchones para descansar. Cuando el sol de nuevo salga en Catarroja, estos bomberos forestales voluntarios de Córdoba proseguirán su labor para ayudar a los vecinos y su pueblo.
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