Los ambulantes se plantan en el Ayuntamiento para mostrar su hartazgo: “No somos ciudadanos de tercera”
La Asociación de Comerciantes Autónomos Ambulantes de Córdoba (Comacor) ha realizado este martes en la puerta del Ayuntamiento de Córdoba una concentración para demandar una mayor receptividad por parte del gobierno local y expresar su total desacuerdo con la propuesta de nuevas ordenanzas presentadas por el Ayuntamiento de manera unilateral.
En un comunicado, el presidente de Comacor, Antonio Torcuato, ha explicado que su colectivo se ha visto obligado a movilizarse para “exigir al Ayuntamiento de Córdoba un trato digno y una toma de decisiones consensuada”. Además, ha afirmado que, desde octubre, las autoridades “no han dedicado ni un solo minuto a las alegaciones que habían presentado”.
En este contexto, Torcuato ha destacado que “esta situación no se había vivido nunca en la historia de la venta ambulante y está afectando gravemente a muchas familias sencillas, humildes y trabajadoras, cuyo único objetivo es poder llegar a final de mes”.
Según sus cálculos, este comercio es el sustento de más de 1.000 familias en Córdoba a las que la COVID-19 ha puesto contra la espada y la pared. Según el presidente de Comacor, “los vendedores ambulantes llevan dos años con la soga al cuello y sufriendo por parte de los técnicos y del concejal un celo obsesivo que perjudica las posibilidades de obtener ayudas por parte de las autoridades”.
Las demandas del colectivo de cara al Ayuntamiento y las autoridades se simplifican en “el respeto y la equidad de las nuevas ordenanzas frente a las leyes actuales del comercio ambulante, además del mantenimiento de la idiosincrasia del mercadillo”.
Asimismo, Torcuato recalca que, “debido a que la ordenanza no mostraba concordancia con ciertos puntos de la Ley del Comercio Ambulante de Andalucía, no habían podido recibir la última ayuda que la Junta les había otorgado”
Para finalizar el comunicado, el presidente del colectivo señala que harán las actuaciones que sean necesarias para ser escuchados y respetados. “Estamos cansados de ser tratados como ciudadanos de tercera y de los estereotipos que nos excluyen sin motivo alguno del mercado laboral” afirmaba Torcuato antes de entrar al Consistorio, de donde salió con la paralización de la ordenanza a la espera de una reunión que en la que se clarifiquen las distintas alegaciones presentadas por el colectivo al que representa.
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