Semblanza de Paco Peña para García Lorca
El Festival de la Guitarra acogió la noche del domingo al artista que le vio nacer, que presentó su nuevo trabajo 'Patrias' como homenaje al poeta granadino y como rechazo a la guerra
En la vuelta a su Córdoba natal, Francisco Peña Pérez (1942), conocido internacionalmente como Paco Peña, ha regresado con un espectáculo magistral, sin precedentes, haciendo patria de la guitarra. Su virtuosismo con el instrumento flamenco se ha hecho patente, una vez más, en el Festival de la Guitarra de Córdoba que él mismo fundó hace 36 años. Anoche, puso en pie a todo el Gran Teatro con su nuevo trabajo Patrias, en el que rinde homenaje al poeta andaluz Federico García Lorca.
Sin duda, el público se pudo deleitar con un espectáculo para los sentidos, que ya en su comienzo, tuvo la primera nota emotiva al guardar un minuto de silencio por el recién fallecido Juan Carmona Habichuela.
Con su guitarra en mano, Paco Peña comenzó Patrias interpretando Recuerdo a Granada solo en el escenario ante el numeroso publico expectante. La maestría artística del virtuoso autor estuvo acompañada por Ángel Muñoz y Mayte Bajo, ambos bailarines que se movían al compás de los acordes en este tributo a Lorca. Sin duda, se iba extendiendo por la sala del teatro una atmósfera de garra y pasión, tan propias del folclore andaluz.
Al avanzar, se iban combinando dos realidades, la brillante y maravillosa vida del poeta y su trágica y prematura muerta durante la Guerra Civil española. Para hacer posible esta simbiosis, Peña y su compañía flamenca interpretaron canciones rescatadas de este contexto histórico, entre las que se encontraban seguidillas, bulerías, farrucas o himnos utilizados durante la contienda. En concreto, la canción Nena de Sevilla interpretada por García Lorca al piano, acompañando a la voz de la Argentinita, sirvió de base para una parte importante del contenido y estructura musical de Patrias.
El cante, los ‘quejios’ y el sonar de la guitarra se veían acompañados por los incesantes movimientos de manos y piernas del público, que seguían los compases musicales desde sus butacas. Asimismo, no solo se trató de un espectáculo musical, sino que las interpretaciones artísticas estuvieron apoyadas por archivos audiovisuales y narraciones, que recogían hechos históricos correspondientes a la pieza que se interpretaba en ese momento.
Ya lo decía el poeta granadino: “Soy hombre del mundo y hermano de todos”. Por ello, Peña, acompañado de su elenco flamenco, han querido transmitir la esencia de esta frase a través del cante, la danza y el sonar de la guitarra flamenca, consiguiendo un resultado excepcional, placentero para toso los sonidos y que no deja indiferente a nadie. Por ello, el público entregado se lo quiso hacer saber con sus más de 3 minutos de aplauso ininterrumpido al finalizar el concierto. Peña vuelve a dejar huella en su Córdoba, cuna del festival que él impulsó y que, sin duda, ya está deseoso de volver a verle tocar.
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