Las dos semanas de marzo y abril en las que se dispararon las defunciones en Córdoba

Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha venido a confirmar lo que ya se sospechaba: el pico del coronavirus en Córdoba se produjo durante dos semanas de marzo y abril. En esos 14 días, se multiplicaron las defunciones.

El INE ha publicado los datos adelantados del Movimiento Natural de Población que incluyen el número de defunciones y su comparación con respecto a las mismas semanas de años anteriores. Así, solo hay dos semanas de la serie en lo que va de año en las que el número de defunciones en la provincia de Córdoba ha sido muy superior a la de años anteriores, precisamente las dos semanas en las que la Junta confirmó que se dispararon las defunciones asociadas al Covid 19.

Así, entre la última semana de marzo y la primera del mes de abril murieron en la provincia de Córdoba un total de 353 personas. En solo dos semanas. En el mismo periodo de tiempo del año pasado perdieron la vida un total de 271 personas. Es decir, fueron 82 las víctimas de más, según la estadística, algo que coincidiría con los datos aportados por la Junta de Andalucía. La mayoría de los 116 fallecidos a causa del Covid 19 en la provincia de Córdoba se produjeron en esas dos semanas. Por ejemplo, solo el 27 de marzo se anotaron un total de 16 fallecimientos asociados al virus.

A partir de la segunda semana de abril, el número de defunciones en la provincia bajó notablemente. Así, fueron 105 los decesos en la segunda semana de abril y algo más de 80 en la tercera. Estas cifras son muy inferiores a las que se registraron en las mismas semanas de años anteriores. Según los expertos, la causa está precisamente en la cuarentena. A menor movimiento de población menos probabilidad de accidentes y fallecimientos por otro tipo de causas.

Esta estadística del INE se plantea el estudio de las defunciones semanales ocurridas durante 2020 y su comparación con los datos históricos de defunciones desde el año 2000, lo que permite interpretar los datos con una perspectiva histórica necesaria, dada la variabilidad que presentan las defunciones a lo largo del tiempo.