La Confederación busca cómo reparar el desagüe de uno de los mayores embalses de Sierra Morena en riesgo de colapso
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha dado un paso para solucionar los graves problemas que arrastra el desagüe de fondo de la presa de derivación de Bembézar, una infraestructura estratégica del sistema Bembézar-Retortillo, en el término municipal de Hornachuelos. El organismo ha adjudicado a la empresa Ingeniería Atecsur S.L. la redacción del proyecto técnico para el acondicionamiento y reparación de este elemento esencial de seguridad hidráulica, por un importe de unos 50.000 euros. La firma dispone de tres meses para presentar una propuesta de actuación que permita restaurar la funcionalidad del sistema y evitar riesgos mayores.
El contrato busca poner fin a una situación que se prolonga desde 2021, cuando los técnicos detectaron fallos graves en las válvulas de guarda y regulación del desagüe de fondo, el conducto encargado de liberar agua del embalse en condiciones controladas. Desde entonces, la instalación funciona de manera precaria y con riesgo real de desembalses incontrolados, lo que ha obligado a la Confederación a recurrir en ocasiones a empresas externas para maniobrar las compuertas.
Una avería que amenaza la seguridad y desperdicia agua
La presa de derivación del Bembézar, construida en 1962, forma parte del sistema hidráulico que abastece y riega más de 15.000 hectáreas de cultivos en municipios de Córdoba y Sevilla, entre ellos Hornachuelos, Palma del Río, Fuente Palmera, Posadas, Peñaflor y Lora del Río. Su desagüe de fondo —un tubo metálico de un metro de diámetro y doce milímetros de espesor— es esencial para la gestión del caudal ecológico y para las maniobras de seguridad durante episodios de lluvias intensas.
Durante una inspección en julio de 2021, los técnicos comprobaron que la válvula de regulación se había atascado al 40% de cierre, lo que impidió controlar el flujo de agua de manera adecuada. Desde entonces, el dispositivo ha quedado prácticamente inhabilitado. Las válvulas presentan oxidación, pérdida de espesor en los tubos y fallos electromecánicos, lo que dificulta cualquier operación de apertura o cierre y provoca fugas continuas de agua que no pueden ser aprovechadas para el riego.
El documento oficial advierte de que la avería genera un derroche constante de recursos hídricos y ha motivado quejas de las comunidades de regantes del entorno, que en años de sequía ven cómo se pierden caudales que podrían aliviar sus dotaciones. Además, la imposibilidad de utilizar el desagüe de fondo obliga a que las últimas lluvias se evacúen por el aliviadero, un procedimiento menos preciso y con mayor impacto aguas abajo.
Un proyecto urgente y de alta complejidad técnica
El pliego redactado por la Confederación establece que el objetivo del proyecto es definir una solución técnica segura y duradera que garantice el cierre y apertura controlada del desagüe de fondo, la reposición de los elementos hidráulicos dañados y la compatibilidad con el mantenimiento del caudal ecológico. También se contempla la elaboración de estudios ambientales, de seguridad y salud, así como el diseño de accesos y obras complementarias.
La presa de derivación de Bembézar es una pieza clave en el esquema de regulación del Guadalquivir y su desagüe de fondo se encuentra actualmente “próximo a quedar inhabilitado”, lo que podría comprometer su capacidad de gestión ante avenidas o emergencias. Con el encargo a Ingeniería Atecsur, el Gobierno busca evitar un deterioro mayor y garantizar la seguridad de una infraestructura vital para el abastecimiento y el riego de gran parte del valle medio del Guadalquivir.
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