Regla 3-30-300: la evidencia científica sobre las zonas verdes y la salud que marca el Plan de Arbolado de Córdoba

El Plan Director de Arbolado de Córdoba que el Ayuntamiento ha presentado recientemente parte de un diagnóstico sobre la situación actual de los árboles en la ciudad, establece unas estrategias y directrices básicas para la mejora del arbolado y, junto a ello, marca la senda que debería seguirse para aumentar la infraestructura verde de la capital en las décadas que vienen.

Esa senda se impulsaría una vez alcanzados los objetivos propuestos en el Plan Director de Arbolado y el plan de acción para 2026-2036, cuando “el gobierno municipal podría continuar profundizando en las estrategias orientadas a la mejora y aumento de la infraestructura verde en la ciudad, para consolidar los avances logrados” hasta ese momento, según el resumen ejecutivo de este documento.

Una de esas estrategias es la denominada Regla 3-30-300, un principio de planificación urbana que “busca orientar el diseño de ciudades más verdes, saludables y equitativas”. Se trata de una guía práctica, basada en la evidencia científica sobre los beneficios del verde urbano en la salud y el bienestar, que sigue los tres principios que sintetiza su enunciado.

Principios 3-30-300

-3 tres árboles visibles: cada persona debería poder ver al menos tres árboles desde su casa, su escuela o lugar de trabajo. Implica integrar vegetación visible en el entorno inmediato, ya que la exposición visual al verde se asocia con menor estrés, mayor concentración y bienestar psicológico.

-30% de cobertura de copa arbórea: cada barrio debería alcanzar al menos un 30% de cobertura arbórea, medido como porcentaje del suelo cubierto por copas de árboles. Este umbral se relaciona con beneficios microclimáticos como la reducción de temperatura (de 2 a 8 ºC), la mejora de la calidad del aire y el aumento de la biodiversidad urbana.

-300 metros de distancia máxima a un espacio verde: toda persona debería vivir a menos de trescientos metros de un espacio verde público, ya sea un parque, un jardín o una zona natural.

Estos tres principios marcarían el camino sobre las estrategias que se deben seguir para llegar a un estándar óptimo de arbolado y zonas verdes en Córdoba, siguiendo como horizonte la Regla 3-30-300, el principio de planificación urbana que fue ideado y propuesto por el experto en naturaleza urbana Cecil Konijnendijk, investigador y cofundador de Nature Based Solutions Institute.

Ese horizonte se marca en el Plan Director del Arbolado dentro del apartado sobre el valor que tiene el bosque urbano y la realidad actual que presenta Córdoba. Sobre ello, se señala que la ciudad “presenta una superficie vegetada adecuada a los indicadores internacionales”, si bien se precisa que “en la zona urbana, los índices podrían mejorarse hasta alcanzar un 25%” de superficie verde.

De otro lado, con respecto a la cobertura arbórea urbana, los índices demuestran que las acciones a implementar deberían conseguir aumentar la cobertura del arbolado para alcanzar índices del 25% con una uniformidad en todo el territorio, un objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento de Córdoba en el plan de acción que se ejecutará a partir de este documento. No obstante, ese porcentaje de cobertura arbórea podrá variar “de un 10-15% en zonas céntricas de mayor interferencias a un 40-70% en zonas con espacio disponible para albergar arbolado”.

Córdoba, muy dependiente de la sombra y la regulación de temperatura

Junto a ello, se pone sobre la mesa que “los índices de temperatura muestran que Córdoba es una ciudad muy dependiente de la sombra y de la regulación de temperatura que proporciona el arbolado. Y, asimismo, que los parámetros ambientales son indicadores de los beneficios que pueden ofrecer los espacios arbolados, por lo que se deberán tener en cuenta para determinar la mejora de las actuaciones en cuanto al arbolado en la ciudad.

El documento expone con claridad el valor y los beneficios de los árboles en la ciudad, cuantificando con indicadores económicos el valor de lo que se denomina el bosque urbano, es decir, la presencia de arboleda en la ciudad. Mediante un análisis se han estimado los beneficios económicos aportados por la presencia del arbolado en la ciudad. Entre esos beneficios se cuantifica el valor patrimonial que suponen los árboles, así como el ahorro en incidencias sanitarias, los beneficios ambientales que aportan los árboles o el valor de sustitución, es decir, el valor que costaría sustituir el arbolado presente de la ciudad de Córdoba.

Con todo esto, el cálculo estimado arroja que el valor patrimonial promedio por cada árbol es de 769 euros y a ello se suma un ahorro por ejemplar de 3,01 euros en incidencias sanitarias y en beneficios ambientales, sumando un total de 772 euros de beneficios aportados por árbol plantado.