Una plataforma ciudadana pide que cese el relleno de los alcorques por “deshidratar y debilitar” a los árboles

La Plataforma por Córdoba ha solicitado al área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba que “cese su actuación de colmatar los alcorques de los árboles con la argamasa que se está ejecutando por distintos barrios”, según ha difundido en un comunicado público.

Esta plataforma ciudadana recuerda que el relleno de alcoques ya se realizó hace unos años “por la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), en contra del criterio propio entonces del Área de Parques y Jardines que, a petición nuestra, liberó de argamasa homóloga a la que se está ejecutando actualmente en muchos alcorques”.

Sostienen que “los alcorques deben estar libres y con cierta profundidad para lograr su objetivo, que no es otro que cuando cae un fuerte chaparrón se llenen de agua (cuando llueve suave, ni tan siquiera se consigue este cometido). De esta forma el vivificante líquido se empapa poco a poco, debido a que la tierra urbana está muy prensada y no se puede filtrar de inmediato. Hay que darle tiempo y sólo se consigue si la poceta tiene capacidad de almacenaje”.

Con este agua recogida en el alcorque, explican, “se libera del estrés hídrico al, casi siempre, mustio y arrugado follaje de la arboleda urbana cordobesa, que además en los últimos tórridos veranos, vemos como cae amarillo desde el temprano mes de julio en muchas calles, debido a que el suelo urbano está más seco que la pólvora, cosa que se va a agravar con este plan de muerte para los alcorques”.

Junto a ello, explican que los alcorques libres favorecen la transpiración del suelo urbano, algo que se prescribe, sabiamente, en el PECH ( Plan Especial del Casco Histórico) como obligación para los patios de los particulares, pero que no se aplica en los espacios públicos“ del municipio.

La Plataforma por Córdoba también apunta que el relleno de los alcorques “provoca malformaciones al potencial crecimiento del tronco, estragulándolo y comunicando más presión -por su crecimiento- al perímetro del alcorque, lo que provoca más levantamientos de acerado”.

Con todo ello, reclaman que el plan de empleo juvenil con el que se está ejecutando “esta desgraciada actuación, bien podría haberse dedicado a ampliar los alcorques, donde el ancho de los acerados lo permite, dándole solución a la nefasta planificación con que los arquitectos municipales proyectan ridículos alcorques para especies que luego levantan los acerados porque no caben en ellos cuando crecen”.

Y, además, “a pegar tanta baldosa suelta como hay en los acerados, solucionar socavones o limar resaltos de asfalto en los pasos de peatones, que sí que limita y mucho la movilidad reducida de muchos conciudadanos”. Consideran, asimismo, que “tampoco la juventud adscrita al plan aprovecha el dinero público invertido en mejorar, ostensiblemente, su cualificación y posibilidades de integración socio-laboral con tan insustancial actuación”.

Sobre la suciedad que se puede acumular en los alcorques, señalan que “al igual que las alcantarillas no se colmatan de asfalto para evitar su suciedad, sino que se limpian periódicamente para que cumplan su función, los alcorques también tienen una función y deben limpiarse periódicamente y afinar la limpieza del conjunto de la ciudad”.

“Gracias a esta actuación, que el político de turno nos ha vendido como permeable insultando al sentido común de cómo funcionan los alcorques, veremos, en sucesivos veranos, unos árboles más deshidratados aún y más débiles, socavando la poca salud de unos ejemplares que malviven en un suelo extremadamente seco y un aire abrasador”, sostienen.

Además de eso, señalan, “pasado un tiempo, sufriremos la visión de estas argamasas resquebrajadas y soltando áridos en los acerados; porque, como todos sabemos, no se van a mantener”.