Piden no usar los vibradores de la recogida de naranja en abril para proteger los nidos de aves

Las asociaciones SOS Vencejos y Ecologistas en Acción han mantenido una reunión con representantes de Sadeco para solicitar que se compatibilice la tarea de la recogida de la naranja en la ciudad con la protección de las aves que viven en esos árboles. De hecho, se ha pedido y consensuado con la empresa municipal “intentar fijar como tope para la utilización de medios mecánicos el 30 de marzo”, es decir, que desde el lunes 31 de marzo y en abril ya no se utilicen los vibradores para la recogida de la naranja. Cabe recordar que la campaña de la recogida de naranja de este año empezó el 21 de enero y tiene como fecha de finalización el 21 de abril.
Así lo exponen ambas asociaciones en un escrito en el que trasladan sus reivindicaciones y lo tratado en la reunión con Sadeco esta semana, donde estuvo presente la presidenta de la empresa municipal, Isabel Albás. En esta reunión, los colectivos ambientalistas han reclamado “compatibilizar y minimizar el impacto negativo de la recogida de naranjas en la reproducción de la avifauna urbana, especies protegidas por la normativa vigente en la actualidad”.
Esta reunión fue solicitada por las asociaciones ecologistas “tras la lamentable situación acaecida el pasado año”, donde elevaron una denuncia contra Sadeco ante la delegación de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta “por el incumplimiento de la normativa vigente (Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres de Andalucía) en materia de protección del periodo de reproducción de las especies de aves que anidan en los más de 30.000 naranjos que existen en las calles y plazas de la ciudad”, recuerdan.

Por ello, argumentan “la necesidad de destinar los mayores recursos posibles para acortar al máximo el periodo de recogida” de las naranjas en Córdoba, entendiendo que esta es “una labor imprescindible desde múltiples perspectivas como la higiene, la salud pública y hasta la seguridad de la ciudadanía, pero se debe unir a la necesaria protección de la biodiversidad”. Y eso incluye -precisan-, tanto la forma y fechas de la recogida como la concienciación de la opinión pública cordobesa sobre la también necesaria labor de protección y conservación de los ciclos naturales de la numerosa biodiversidad urbana, en particular la avifauna, que forma parte de “una compleja cadena biológica de imposible ruptura sin perjuicio para la salud pública y la calidad de vida de la ciudadanía de Córdoba”.
Más personal y recursos para acelerar la recogida
Las asociaciones ecologistas han solicitado una mayor aportación de personal y recursos para acelerar la recogida de naranja, ante lo que la empresa municipal ha expuesto los medios disponibles y una contratación extraordinaria de personal para intentar paliar esta necesidad. “La empresa municipal se ha ofrecido, lo cual nos congratula, a armonizar la planificación de recogida al monitoreo previo de las zonas, por parte de los colectivos, para ir extremando precauciones”, sobre las aves.
Así, se ha acordado intentar fijar como tope para la utilización de medios mecánicos el 30 de marzo y se ha quedado en estudiar e intentar potenciar la implementación de medidas compensatorias, como la colocación de cajas nido en todas dependencias municipales que sea factible, incluidas las mismas instalaciones de Sadeco.

“Se han acercado posturas, en el convencimiento de la necesidad de evitar episodios como las denuncias de la pasada campaña y en aras de una efectiva labor de entendimiento entre las necesidades operativas de la ciudad y las del patrimonio natural urbano para hacer de Córdoba una ciudad saludable y rica en biodiversad”.
No obstante, los colectivos advierten que la efectividad de lo acordado “va a depender de la voluntad con la que se sigan y se respeten” las medidas dispuestas, así como del ritmo al que vaya el calendario de temperaturas, auténtico impulsor del reloj biológico en la reproducción de las distintas especies de las aves silvestres.
Junto a ello, reiteran la necesidad de una mayor concienciación por parte del gobierno municipal y del conjunto de la ciudadanía, que se debería traducir en una dotación superior de recursos municipales, y, en una mayor coordinación entre las delegaciones municipales, áreas, servicios y empresas autónomas municipales.
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