Las asociaciones LGTBI piden en el Pleno puntos “arcoíris” en Córdoba y la Feria

El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba ha sido escenario este jueves de un debate sobre las acciones municipales en defensa de los derechos de las personas LGTBIQ+ y en el que, curiosamente, el enfrentamiento político más cruento no ha sido el esperado (entre Hacemos y Vox).

Y todo porque el PP ha presentado una moción, que es la que finalmente se ha aprobado, y que sustituía la propuesta inicial del grupo, que había sido consensuada con las asociaciones que representan a las personas LGTBIQ+ en la ciudad. De hecho, el debate arrancó con las intervenciones de Rafaela María González, de la asociación Todes Transformando, y Marina Trapero, de Arcoiris Córdoba.

La primera insistió en que la realidad trans “no se trata de ningún tema ideológico, de ninguna teoría, de ninguna moda”, sino de “una realidad” que se tiene que abordar desde la óptica de los derechos humanos. En este sentido, destacó los obstáculos del desconocimiento, la ignorancia y los miedos, señalando que los niños y niñas trans “no están seguros en los colegios ni por las calles”, y solicitó la creación urgente de un consejo de participación LGTBI a nivel municipal “más potente, más vinculante y permanente” como instrumento de diálogo.

A esto último se sumó Trapero, que puso el foco en la “infradetección” de delitos de odio contra las personas de sexualidad no normativa, alegando que solo dos de cada diez personas LGTBIQ+ denuncian, principalmente por “la creencia de que no servirá para nada”, la “falta de confianza en las instituciones competentes” y el miedo a la estigmatización. Por ello, demandó la incorporación de “puntos arcoiris” en la ciudad y establecer un “protocolo municipal de actuación” frente a violencias.

Por parte de Hacemos Córdoba, el concejal José Carlos Ruiz, se presentó como un niño al que insultaron, escupieron y pegaron por su condición sexual, algo que, a su juicio, no debería seguir pasando. Sin embargo, ha subrayado que las agresiones lgtbifóbicas “no solo no han disminuido, sino que han incrementado”, y alertó de que, con la Feria de Córdoba a la vuelta de la esquina, la ciudad debería apostar por instalar puntos de seguridad LGTBIQ+ en el recinto ferial. A nivel político, ha cargado contra el PP por “mirar para otro lado o no plantar cara a la ultraderecha”, y le ha pedido que retirara su enmienda a la totalidad.

Una petición que no ha encontrado respuesta, ya que la concejala de Igualdad, Marian Aguilar, ha defendido que su texto llegaba al Pleno como una moción “participada y consensuada”. Aguilar ha defendido su gestión, asegurando que las acciones municipales en su delegación cuentan con el respaldo o participación del Colegio de Abogados para delitos de odio, la Estrategia Andaluza LGTBI y la Mesa de la Diversidad.

Aguilar ha insistido en que su compromiso para con las personas LGTBIQ+ es “firme”, aunque sus políticas sean “moderadas, respetuosas, centradas en las personas”, defendiendo una visión inclusiva y alejada de la “instrumentación política”.

Para el PSOE, sin embargo, su moción era “una mala copia” de la moción de Hacemos, “mal redactada” y llena de “declaraciones huecas” y “papel mojado”. Por tanto, la concejala Alicia Moya anunció que no apoyarían la enmienda para no “blanquear a un partido que se suma a la foto” pero “recurre sistemáticamente el desarrollo de sus derechos fundamentales” ante el Tribunal Constitucional.

Los ojos, en este caso, estaban puestos en la portavoz de Vox, Paula Badanelli, que sorprendió a todos con un tono bastante respetuoso y conciliador, y que arrancó mostrando el “máximo respeto” a las portavoces de las asociaciones, e incluso loando la moción de Hacemos Córdoba, por haber estado muy bien fundamentada.

Sin embargo, la postura del partido de derecha radical le hubiera impedido apoyarla, aunque se hubiera tramitado. Badanelli dejó claro que, para Vox, no son necesarios protocolos específicos para “ciertos colectivos”, ya que todos los ciudadanos están protegidos por la Constitución. Y recordaron que ellos mismos también sufren agresiones y odio.

En su último turno de palabra, José Carlos Ruiz, reconoció el tono conciliador de Badanelli. Tanto, dijo el edil de Hacemos, que no descartaba buscar su intervención para hacérsela llegar al líder nacional de Vox, Santiago Abascal.