La Junta analiza el yacimiento hallado por Google Maps mientras los expertos dudan de su valor

¿Finca romana, yacimiento árabe o una cantera colmatada? Las dudas que ha generado el hallazgo a través de Google Maps de unos restos en una zona limítrofe entre Almodóvar del Río y Córdoba capital ha despertado un vivo interés entre los arqueólogos de la ciudad, que han estado usando herramientas de detección aérea para estudiar qué hay concretamente en el descubrimiento que hizo José Broch, un funcionario de justicia de Castellón.

Tras el anuncio del hallazgo, refrendado “indudablemente” por Juan Murillo, director de la Oficina de Arqueología de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba y autor de numerosos artículos, libros y ensayos sobre ámbito arqueológico, desde el Ayuntamiento de Almodóvar del Río mostraron su desconocimiento del mismo e iniciaron los contactos con el propietario de la finca y con el descubridor.

La alegría mostrada inicialmente por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Almodóvar, Antonio Cobo, se ha visto mitigada al hacerse patentes las primeras dudas sobre el yacimiento, de modo que el Consistorio comunicaba este miércoles en redes sociales que se había puesto ya en contacto con la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, al objeto de realizar una visita formal con técnicos que posean conocimientos arqueológicos para poder dilucidar el origen de los mismos.

El Gobierno regional también se ha pronunciado este miércoles sobre el hallazgo. “El Servicio de Arqueología de la Delegación Territorial de Cultura está documentando la información existente, realizando análisis multitemporales de la zona y verificando ortofotografías del lugar”, han señalado desde la Junta.

Paralelamente, han anunciado que visitarán el terreno para obtener “pruebas precisas” y, “si fuese necesario, se ejecutarán catas arqueológicas. Actuaciones todas ellas contempladas en la normativa que regula estos casos”, sostienen desde la Delegación de Cultura.

Mientras tanto, el descubrimiento ha generado un aluvión de comentarios e interés mediático y arqueológico en los posibles yacimientos que pueda haber en Córdoba y más concretamente en una zona, la que se ubica junto a la ciudad califal de Medina Azahara, que ha sido fruto de numerosos expolios arqueológicos a través de los siglos.