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El incendio del que Aumente lleva dos años avisando

Emilio Aumente, de espaldas, con dos mandos de la Policía Local | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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Emilio Aumente nunca ha ocultado que cuando cumpliese 63 años se jubilaría. De su trabajo y también de la política. Los cumple en octubre de este mismo año. Lo reconocía en el vídeo de esta entrevista con CORDÓPOLIS, cuando se le preguntaba por el rumor de moda de Capitulares: que en un cajón guardaba su carta de dimisión. Pero la crisis de personal en las plantillas de Policía Local y Bomberos, como también advirtió en la entrevista, se ha agravado. Tanto que incluso ha anunciado que o se arregla ya o lo deja. No por imprevisto, que no lo es, el anuncio que hizo este miércoles de Feria ha dejado de provocar un enorme incendio no en el cogobierno, sino directamente en el grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Córdoba.

Aumente verbalizó desde la misma Feria de Córdoba algo que nunca ha ocultado en Capitulares. Es concejal de Seguridad y sabe que tiene una responsabilidad incluso penal en caso de que un siniestro grave en la ciudad se achacase a la falta de personal. En 2016, un año después de asumir el cargo, avisó de que faltaban policías locales y bomberos. De hecho, ese año comenzó a firmar decretos para ampliar turnos de los bomberos conductores, muy escasos y sin cuya presencia es imposible tener un turno de agentes en la lucha contra el fuego.

Él es responsable de Seguridad, pero carece de competencias para convocar las plazas que ahora demandan primero los policías y este mismo miércoles, y de manera muy ruidosa, los bomberos. El concejal de Personal es David Luque, quien lidera las negociaciones con los sindicatos y con el que Aumente no es muy afín. Los dos son tenientes de alcalde y han ejercido el grueso de las competencias del grupo socialista en el mandato.

Isabel Ambrosio teme la anunciada dimisión de Aumente desde que este dijo que en octubre de 2018 se iría. Si finalmente dimite, la siguiente en la lista sería Patricia Sanz de la Fuente, que iba en el número nueve de la candidatura socialista. Actualmente, Sanz de la Fuente es coordinadora municipal del Área de Gestión, un puesto clave para el Ayuntamiento, ya que es el lugar donde se desbloquean o no todos los contratos y expedientes. Y son muchos los que se amontonan en su despacho.

Pero peor aún es que la lista dejaría en capilla al siguiente, a quien más se teme. En caso de que tras Aumente saliera otra persona más (por cualquier problema), el turno sería para Cristian Menacho, imputado por el caso de la Fundación Guadalquivir junto a su madre, Ángeles Muñoz. Aunque haya sido dado de baja como militante socialista, Menacho puede asumir su acta de concejal. E inmediatamente pasar al grupo mixto. El cogobierno tendría complicado a partir de entonces sacar adelante iniciativas. Aunque esto es algo hipotético, se tiene muy presente dentro del grupo municipal.

Emilio Aumente sigue siendo concejal. Aunque ha dicho basta. No se ha puesto un plazo. Antes, tiene pendiente una conversación con la alcaldesa, que este miércoles no se produjo, y la certeza de que la presión de las manifestaciones ya no recaerá sobre sus hombros. Este miércoles, los bomberos pedían directamente su dimisión. “No hace falta. Ya me voy”, dijo ante unos periodistas atónitos, en una respuesta totalmente inesperada.

De la rueda de prensa, Emilio Aumente se fue a dos recepciones previstas. La primera, en la caseta de la Diputación. La segunda, en la caseta Fosforito, recién recuperada tras el incendio del lunes. El Ayuntamiento, a través de su gabinete de prensa, se apresuró a distribuir fotografías del encuentro. Incluso la alcaldesa lo tuiteó. En ambas se veía a Ambrosio con Aumente y Luque. Fue la única respuesta, en este caso visual. De manera oficial, desde Alcaldía se ha trasladado que no iba a haber declaraciones sobre las palabras de Aumente.

Fuera de los focos, en los círculos socialistas hay estupor, por un lado, y malestar, por otro, aunque no a partes iguales. Muchos aseguran no entender la decisión de Aumente, aunque la mayoría se la esperaba. Sobre todo ahora, en mitad de la Feria, cuando supuestamente deben reinar la paz, la armonía, las sevillanas y la camaradería. En otros partidos hay relativa sorpresa y hasta comprensión. Y en la plantilla de la policía local y los bomberos, desconcierto. Si había alguien que no se lo esperaba eran precisamente los bomberos que protestaban este miércoles en la Feria.

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