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La Guardia Civil reactiva la vigilancia contra la caza furtiva

Redacción Cordópolis

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Durante la pasada temporada de caza, el instituto armado efectuó un total de 1.155 actuaciones

La Guardia Civil de Córdoba, fundamentalmente a través de sus unidades especializadas en la protección de la Naturaleza (Seprona), ha reactivado coincidiendo con el inicio en el campo de la “berrea” desde mediados de septiembre, un operativo especial de servicio que se desarrollará principalmente en los acotados de caza mayor y sus proximidades, que se concentran esencialmente en la zona norte y centro de la provincia.

La primera fase de este operativo se inició a finales del pasado mes de agosto dado que en estas fechas los cérvidos ya cuentan con cuernas desarrolladas y se inicia su período de reproducción, esta primera fase se dará por finalizada con el inicio de la temporada de caza mayor, el próximo día 12 de octubre. En esta fase, la Guardia Civil está desarrollando fundamentalmente labores de prevención y erradicación de los episodios de furtivismo que se suceden aprovechado que los animales se encuentran en su ciclo de reproducción, tanto “berrea”, como “ronca”, y ello hace que se descubran y agrupen, facilitando con ello su localización y abatida.

La segunda fase del operativo se iniciará el próximo día 12 de Octubre coincidiendo con el inició de la temporada de caza mayor y se prolongará hasta el próximo día 9 de febrero de 2013, fecha en la que finaliza la temporada. En esta segunda fase la Guardia Civil orientará principalmente los servicios al control, inspección y verificación de las modalidades de caza autorizadas, comprobación de las autorizaciones administrativas de los propios cazadores y de las rehalas participantes, y detección de la caza furtiva, comercialización y transporte de las carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos conocidas como “mata y cuelga”.

En este sentido si bien el furtivismo es una actividad que no deja de producirse prácticamente durante todo el año, principalmente se sucede en el período de apertura de la veda y durante las semanas previas al inicio de esta, básicamente en busca de trofeos o de las carnes de los ejemplares adultos. Estas prácticas ilegales y que son especialmente dañinas para las especies afectadas también resultan muy perjudiciales en los prolegómenos del arranque de la temporada, favorecidas por el proceso de la “berrea”, por lo que el esfuerzo de las Unidades implicadas tenderá a prevenirlas en un primer estadio y a denunciarlas, cuando las mismas se produzcan. Del mismo modo, los procedimientos operativos de los servicios irán dirigidos a evitar episodios de “retranca” detección y erradicación de los “ganchos irregulares” y las “monterías ilegales”.

Las monterías, debido al elevado número de participantes, el empleo de armas largas rayadas y el uso de rehalas serán objeto de una supervisión más detallada para evitar que se establezcan más posturas de las autorizadas y que se desarrollen con las medidas adecuadas al objeto de garantizar la seguridad de las personas participantes.

Con respecto a las rehalas de perros utilizadas en este tipo de cacerías, la Guardia Civil comprobará los certificados o talones demostrativos de haber realizado operaciones de desinfección de los medios de transporte de los perros, así mismo, la Guardia Civil pretende concienciar a los rehaleros, de la necesidad de estar en posesión de todas las autorizaciones administrativas necesarias para poseer un rehala, como pueden ser la inscripción de los núcleos zoológicos en el Registro Único de Ganadería de Andalucía, seguros de responsabilidad civil, licencias de caza, medios de transporte y capacitación de los conductores desde el punto de vista del bienestar animal.

Desde el pasado año y como novedad legislativa se establece que aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías, podrán transportarlos en recipientes herméticamente cerrados, por ellos mismos o a través de terceros con destino a las taxidermias, acompañados de un documento expedido por el veterinario en caso de monterías, ganchos y batidas o por el guarda del coto respecto a recechos y aguardos. A este tenor cualquier recipiente que cumpla esta función es válido, lo que permite realizar el transporte del trofeo introducido en una bolsa de plástico que ofrezca la resistencia y estanqueidad oportuna, para evitar el vertido de líquidos orgánicos. Por último, se verificará que todos los trofeos vayan con su correspondiente precinto, que serán de color verde, numerado con indicación de la fecha de captura y el número de coto.

Al igual que en la primera fase, un gran esfuerzo se va a destinar a atajar los episodios de furtivismo que pudieran aflorar con la temporada ya comenzada.

Estas actividades policiales, que desde finales del mes de agosto se están desarrollando en las zonas de sierra, ya están dando sus primeros resultados, concretamente el pasado día 19 de septiembre, una patrulla del Seprona detectó sobre las 2.00 de la madrugada, en la carretera A-447 (Fuente Obejuna-Alanís de la Sierra), un vehículo todo terreno que les resultó sospechoso por lo que decidieron interceptarlo. Ante la actitud de nerviosismo mostrada por sus dos ocupantes, dos vecinos de Azuaga (Badajoz), de 40 y 49 años de edad, ambos conocidos por sus antecedentes en materia de caza y armas, los agentes decidieron inspeccionar el vehículo lo que permitió localizar en su interior oculta entre sacos de pienso, la cabeza de un ciervo recientemente abatido con 15 puntas en su cornamenta, así como cuatro bolsas de plástico conteniendo la carne obtenida tras su despiece, que los ocupantes del vehículo habían abatido en una finca cercana.

Asimismo, los agentes localizaron, un rifle del calibre 243, con mira telescópica, junto con un cuchillo de 25 centímetros de hoja y una caja de munición metálica para el arma de fuego reseñada.

Como consecuencia de la intervención policial, se procedió a formular las preceptivas denuncias por infracciones a la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres en materia de caza, tales como cazar en época de veda, en coto sin autorización y realizar dicha actividad de noche, así como el transporte de un trofeo de caza sin acreditar su legal procedencia y ausencia de los requisitos legales establecidos para los trofeos de caza.

Durante la pasada temporada de caza, la Guardia Civil efectuó un total de 1.155 actuaciones, entre identificación de personas y vehículos, verificación de actividades cinegéticas o constatación de infracciones administrativas. Ello permitió la inspección de 249 cacerías, entre monterías y batidas, y 438 identificaciones de vehículos y personas que resultaron sospechosas al encontrarse o moverse en las zonas de caza o cometer Altuna irregularidad. Se detuvo a cuatro personas (4), como supuestos autores de delitos de tenencia ilícita de armas, furtivismo, contra la seguridad vial y por usurpación de estado civil. Se detectaron y denunciaron 115 infracciones administrativas.

Como consecuencia de los expedientes de denuncia instruidos, la Guardia Civil intervino 18 armas de fuego, varios focos alógenos y 18 reses irregular o ilícitamente abatidas, siendo estas tanto ciervos, muflones y jabalíes, todo ello puesto a disposición de la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, a resultas de la instrucción de los respectivos expedientes sancionadores.

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