Fuertes medidas de seguridad para el traslado del mega-alijo de hachís

Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Sevilla iniciarán en la mañana del lunes el transporte de las 64 toneladas de droga

25 días después de su hallazgo, un fuerte dispositivo policial trasladará para su destrucción el que está considerado como el mayor alijo de hachís de la historia de España. Los agentes encargados del operativo de seguridad pertenecen a la Unidad de Intervención Policial (UIP) con sede en Sevilla y serán los encargados de custodiar un dispositivo que trasladará la droga hasta los crematorios de Cádiz, Almería y Asturias.

Según ha podido saber este periódico, la Comisaría Provincial de Policía en Córdoba ya tiene diseñado un importante operativo para trasladar (y custodiar durante el traslado) el que es el mayor alijo de hachís en la historia de España. Además, la complejidad también estriba en la propia capacidad que tienen los crematorios de droga del Estado, que sólo pueden quemar un máximo de nueve toneladas al día. Eso dificulta aún más el operativo que, señalan las fuentes, tendrá un alto coste económico para la Comisaría Provincial de Córdoba, que es la que se ha hecho cargo de la investigación.

Mientras tanto, siguen avanzando las líneas de investigación que de momento deja cuatro detenidos. La pasada semana, la Policía Nacional llevó a cabo registros en naves industriales de un polígono de Granada, mientras que esta semana se están centrando en el registro de viviendas en la provincia de Sevilla. El operativo sigue abierto y a la espera de que se produzcan nuevas detenciones e, incluso, nuevos hallazgos de droga.

Las investigaciones, realizadas por agentes de las Brigadas Provinciales de Policía Judicial de Córdoba, Sevilla y Málaga y que continúan abiertas, se han saldado hasta ahora con cuatro detenciones y la incautación de alrededor de 67 toneladas de hachís, sin contar con las tres toneladas últimas. Esta es la mayor cantidad de hachís hallada en nuestro país después de las 36 toneladas encontradas por la Policía Nacional en un buque panameño en el Puerto de Marín en 1996.