Familiares y amigos de desaparecidos recuerdan a Paco Molina a los cinco años de su desaparición
Familiares y amigos de desaparecidos, pertenecientes a la asociación Afadecor fundada en Córdoba por la familia de Paco Molina, que tenía 16 años cuando desapareció en julio de 2015 en dicha capital, junto al alcalde, José María Bellido, y la Fundación QSDglobal por las personas desaparecidas, liderada por el periodista Paco Lobatón, han acudido este jueves a un acto en recuerdo de Paco en el Bulevar de Gran Capitán, en el que se inaugura la exposición al aire libre Ausencias, nuestros desaparecidos, con música de la cantante Ana de Lois.
El Ayuntamiento de Córdoba, a través del alcalde, ya trasladó a la familia de Paco Molina el apoyo de todo el gobierno municipal y el Consistorio, en un encuentro que mantuvo Bellido con Isidro Molina, padre del joven.
El encuentro #CincoAñosSinPaco se ha celebrado este jueves a las 20:30 y ha contado con las intervenciones del periodista Paco Lobatón, que está al frente de la Fundación QSDGlobal; los padres de Paco, Isidro Molina y Rosa Sánchez; y la del alcalde de la ciudad, así como de la actuación de Ana de Lois.
Ademas, se ha inaugurado la exposición Ausencias, una muestra de carácter itinerante que por vez primera recoge imágenes de familiares de personas desparecidas junto a los retratos de sus seres queridos ausentes. Esta iniciativa, apunta la organización, reivindica que “no se olvide a los desaparecidos y la esperanza de encontrarlos”.
Al respecto, desde la fundación han señalado que este jueves 2 de julio se cumplían cinco años de la desaparición del joven cordobés y su familia “no se rinde y mantiene la esperanza de poder encontrarle”. Es un varón de 1,75 centímetros y 75 kilos de peso, de constitución atlética, cabello corto y negro, ojos castaños y con un marcado acento andaluz.
Paco salió un jueves y avisó a su padre de que no iría a dormir en casa esa noche; se quedaba con un amigo al que sus padres conocen. Desde ese día no se volvió a saber de su paradero. Sus progenitores, Isidro y Rosa, han dedicado todo su tiempo a difundir la imagen de su hijo y “promover sin descanso todo tipo de acciones para localizarlo”.
Por este motivo, desde la fundación solicitan el apoyo para arropar a la familia en el acto de este jueves y “respaldar a todos aquellos que viven la dura experiencia de tener a un ser querido desaparecido sin causa aparente”.
Cabe señalar que Ausencias, nuestros desaparecidos es una exposición de carácter itinerante que por primera vez muestra imágenes de familiares de personas desaparecidas junto a los retratos de sus seres queridos ausentes. Está compuesta por 24 rostros -madres, hijos, hermanos...- que “buscan ser mirados por los ciudadanos reclamando su apoyo”.
Confianza en encontrarlo
Los padres de Paco Molina expresaron hace unos días que esperan poder encontrarlo en caso de que haya sido atendido en algún hospital en la crisis sanitaria por el coronavirus, junto a otros desaparecidos, para lo cual prevén promover un escrito con la Fundación QSDglobal con tal de que el Centro Nacional de Desaparecidos (Cndes) pueda actuar a través del Ministerio de Sanidad y “ver si alguno de los desaparecidos ha pasado por algún centro sanitario”.
En este sentido, su padre, que es uno de los impulsores de dicha asociación, declaró que “en esta situación da tiempo a pensar y darle vueltas a las formas de poder ayudar y encontrar no sólo a nuestro hijo, sino a más desaparecidos”, de ahí que confíe en la gestión con el Gobierno. Su madre confesó que “la angustia de no saber qué ha pasado es mucho peor que el confinamiento”.
Entretanto, Isidro indicó que en estos casi cinco años ha comprobado que “la gente que ha sufrido algo, algún problema, empatiza mucho más con esta situación, con las familias que tienen un ser desaparecido”. Así, espera que “esta desgracia que vive todo el mundo -por la pandemia del coronavirus- haga más empáticas a las personas con este problema”.
No obstante, su madre señaló que “ésto va a marcar a la gente, pero nuestro problema sigue siendo invisible”, aunque el padre destacó que “el Ayuntamiento de Córdoba está por la labor de hacer visible este problema”, como por ejemplo con el apoyo para celebrar la exposición de la fundación en la capital, a la vez que elogió la labor con Afadecor y la colaboración con la Diputación, tras presentarle un proyecto relacionado con la desaparición de menores con unas jornadas informativas en la provincia para que “los jóvenes sean conscientes”.
Según remarcó su madre, “mi hijo no se fue, se lo han llevado, aunque no sé dónde, pero él no se fue”. Al respecto, desde la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional apuntaron el año pasado a la investigación sobre “personas que rodeaban a Paco, bastante más mayores que él”, que podrían “tener algún dato que a lo mejor no han querido dar por miedo o porque les implica directamente en algún hecho que no es del todo lícito”.
El caso
Francisco Molina Sánchez se encuentra en paradero desconocido desde el 2 de julio del año 2015, cuando quedó con unos amigos en la capital cordobesa.
Desde el principio del caso, su padre ha puesto en duda que su hijo se marchara voluntariamente, dado que “no se llevó el dinero que tenía en casa, ni tampoco ropa”, por lo que no entiende cómo, según testigos, el menor tomó un autobús hacia Madrid, donde se le perdió la pista.
Durante este tiempo han recibido muchas llamadas aportando falsas pistas, algunas de las cuales han sido investigadas por la Policía. Una de ellas “era de Colombia y nos pedían dinero, diciendo que si no matarían a mi hijo”, según relató el padre, quien agregó que la Policía descubrió de dónde venía y que era una pista falsa.
Asimismo, un hombre con antecedentes acusado de un delito contra la integridad moral, después de que supuestamente ofreciera a los padres de Francisco Molina pistas falsas sobre su paradero, aceptó en sede judicial en noviembre de 2017 una pena de seis meses de prisión y multa de unos 700 euros, tras reconocer los hechos y pedir “disculpas” por lo que hizo. El caso está abierto, tanto judicial, como policialmente.
Además, el correo electrónico 'buscandoapacomolina@gmail.com' se mantiene abierto por la familia para que ciudadanos que se realizaran fotos en torno a los días de la desaparición de Paco en el centro de la capital cordobesa o en la Estación de Autobús de Córdoba, donde se le vio coger un autobús, o en Madrid, hacia donde se dirigía dicho vehículo, las envíen al correo, al tiempo que ven “interesantes” fotos del área de servicio de Pedro Abad (Córdoba), por ser lugar de parada del autobús.
Al hilo de ello, Isidro Molina comentó hace unos meses que les habían llegado varias fotos, pero ninguna útil para la investigación. También aclaró que las fotos son “totalmente confidenciales y no se van a publicar”, pero que “a lo mejor” pueden dar pistas para la investigación, recordando lo ocurrido a tal efecto en el caso de la menor Madeleine McCann.
También, explicó que “la Policía ha buscado a Paco en diez países, entre ellos Irak y Siria, pero también en Italia”, entre otros. Los padres del joven están viviendo esta búsqueda “incesante con la esperanza de volver a verlo algún día”.
0