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Condenan a un teniente por darle una patada a un cabo que no le oía

Maniobras militares de soldados de Cerro Muriano  | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha condenado a un teniente del Ejército de Tierra de la base militar de Cerro Muriano por darle una patada en un muslo a un cabo que no le oía, ya que tenía puestos unos tapones en los oídos. El alto tribunal ratifica la sentencia del Tribunal Militar Territorial Segundo que condenó a este teniente a una pena de tres meses y  un día de cárcel por un delito de abuso de autoridad.

El Supremo ratifica la sentencia del Tribunal Militar y desestima el recurso presentado por la defensa del teniente. No obstante, en el fallo hay dos votos particulares de magistrados de la sala que consideran que el oficial debería haber sido absuelto al no apreciar indicios suficientes como para considerar la patada como un abuso de autoridad.

Los hechos ocurrieron en la explanada de formación de la base militar de Cerro Muriano en la mañana del 9 de julio de 2015. Según consta en el fallo, ratificado por el Supremo, el teniente, en aquel momento Jefe de la II Sección del desfile y encargado, junto con otros dos tenientes de la misma compañía, de vigilar y corregir los movimientos de orden cerrado de la tropa participante, observó que el cabo, que se hallaba situado en la última fila de la Compañía de Honores, no estaba realizando correctamente el movimiento de “apunten armas”, pese a sus indicaciones verbales.

El fallo asegura que el cabo no le escuchaba por que tenía puestos unos tapones en los oídos y no lo había advertido a sus mandos. Tras hacer una última corrección en el movimiento de “apunten armas” y ante la falta de respuesta adecuada por parte del cabo, el teniente “se le acercó por detrás y le dio una patada de escasa intensidad en la pierna derecha a la altura del muslo, sin que ello motivara que el cabo se desplazara de su posición”. Tras la patada, el teniente se dio cuenta de que el cabo llevaba puestos los tapones.

Tras la patada, el cabo acudió a los servicios sanitarios de la base militar, donde no se le detectó signo aparente de lesión. Tras ello, presentó denuncia y el teniente acabó siendo condenado por abuso de autoridad.

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