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Condenado por quedarse con el dinero de los impuestos de sus clientes que tenía que pagar al Ayuntamiento

Interior de la Ciudad de la Justicia | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a dos años de cárcel y a la devolución de todo el dinero a un hombre que está acusado de quedarse con el dinero del impuesto de plusvalía que gestionaba de sus clientes. El condenado es J. C. H. y podría evitar el ingreso en prisión, algo que ahora tendrá que decidir la propia Audiencia.

La sentencia no es firme y se puede recurrir a la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, según el fallo, al que ha accedido este periódico. El hombre ha sido condenado por un delito de apropiación indebida. La Fiscalía Provincial solicitaba para él una pena de dos años y dos meses de cárcel. Finalmente, la rebaja de esos dos meses podría evitarle el ingreso en prisión.

Ahora, los jueces de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba consideran probado que J. C. H. trabajaba desde el año 2012 en una empresa. En 2016 comenzó a operar con los clientes que necesitaban liquidar con el Ayuntamiento de Córdoba su impuesto de plusvalía, algo que habría hecho sin permiso. De hecho, en marzo de 2016 fue despedido en cuanto se detectó que estaba trabajando con estos clientes.

Sin embargo, el 22 de junio del 2016 dos hermanas pusieron en conocimiento de esta empresa que el Ayuntamiento les estaba reclamando el pago del impuesto de plusvalía, que consideraban liquidado. Estas dos hermanas aseguraron que entregaron a este acusado 1.200 euros para que satisfaciera el débito. El dueño de la empresa, para evitar la mala reputación que le supondría que el caso saltara a la luz, decidió reponer con su propio dinero la deuda. Así, aportó 1.431 euros para abonar también los intereses de demora.

Pero esta situación se repitió con otros clientes. Así, hasta tres clientes más se pusieron en contacto con la empresa, siempre con la misma circunstancia: que habían pagado pero que el Ayuntamiento les reclamaba la liquidación del impuesto de plusvalía. El responsable de la empresa siempre resolvió la situación de la misma manera: aportando de su dinero para liquidar la deuda de sus clientes. Finalmente, decidió poner el caso en manos de los tribunales. Ahora, su antiguo trabajador tendrá que devolver los más de 4.000 euros que se quedó y que deberían haberse destinado al pago del impuesto de plusvalía.

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