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Al colegio con ayuda de las cofradías

Recogida de material de la hermandad de la Esperanza | HERMANDAD DE LA ESPERANZA

Redacción Cordópolis

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Si cada día tiene su afán, también lo tiene para las cofradías cada época del año. Si cercana la Navidad los esfuerzos se centran en recoger alimentos en numerosas operaciones kilo, cuando comienza el curso escolar son varias las hermandades cordobesas que ya se fijan en las familias que no pueden hacer frente a la compra del material que piden a sus hijos en el colegio.

Una de las más veteranas en esta loable tarea es la del Cristo de la Misericordia, que fiel a la advocación de su titular lleva desde comienzos de este milenio contribuyendo a que la vuelta a las clases de los chavales de la feligresía de San Pedro no sea tan cuesta arriba para quienes están en peor situación económica. Durante los primeros años, la práctica de esta cofradía consistía en otorgar becas a los alumnos que lo necesitaban según los informes de Cáritas parroquial, aunque en 2014 se decidió cambiar de fórmula y se empezó a entregar directamente el material.

Así, a finales de agosto y primeros de septiembre Cáritas le facilita a la hermandad de la Misericordia una lista con las familias que requieren de esta ayuda y son ellas las que, cuando reciben las peticiones de los colegios se las hacen llegar a la cofradía. Ésta hace lotes personalizados para cada alumno con lo que necesita, ni más ni menos. Uno de los miembros de la Comisión de Obras de Misericordia y encargado de la distribución del material escolar es Tomás Rafael Mora, que explica que “hacer esto es una obligación”. Así, “nosotros tenemos claro que la función principal de la hermandad está en su nombre”, motivo por el que destina a lo largo del año más del 50 por ciento de su presupuesto a labor social, “y eso no se toca aunque se hagan otras cosas” patrimoniales, explica.

Las necesidades varían según el año. De esta forma, es esperanzador saber que si en 2014 se hicieron 42 lotes de productos, en 2017 solo han sido necesarios 20. Se compra lo que hace falta, desde lo más barato como lápices, gomas o cuadernos hasta diccionarios, compases o calculadoras. También se incluyen los libros para niños de guardería, que suelen demandar también témperas o ceras. Y todo gracias a los fondos de la hermandad y la colaboración añadida de muchos hermanos que dan un donativo para cumplir este objetivo.

El método utilizado por la hermandad de la Esperanza ha sido distinto al de la Misericordia. La corporación del Domingo de Ramos ha desarrollado desde julio y hasta el lunes pasado su primera campaña de recogida de material escolar haciendo una petición masiva que ha contado, además, con una importante difusión para que hermanos y otros que no lo son llevaran a su casa de hermandad los productos que van a necesitar a lo largo del curso los alumnos más desfavorecidos. Su diputado de Caridad, Daniel Serrano, se muestra muy contento con los resultados obtenidos pese a ser la primera vez que la Esperanza pone en marcha este proyecto.

“Pensamos que la acción caritativa debe ser permanente y debemos cubrir las necesidades enseñando además a los hermanos los valores de estas acciones”, indica Serrano, quien hace hincapié en la colaboración de empresas como Servifincas Córdoba o la oficina de Deloitte en Sevilla, así como de la peña cordobesista Sentimiento Blanquiverde, cuyo presidente es hermano de la Esperanza. En concreto, esta peña ha llevado la campaña a todo el entorno del Córdoba Club de Fútbol, desde la afición a los propios jugadores y Fundación del Córdoba y organizó una recogida de material en el partido con el Cádiz a la entrada del estadio en el mes de agosto.

De lo recogido por la Esperanza, un 7,3 por ciento ha sido material usado en buen estado y un 92,7 por ciento ha sido material nuevo cuyo valor asciende a 3.590 euros. Así, hay material para todo el año. Desde cuadernos, lápices de colores, estuches, mochilas, pinturas...

Los destinatarios del material, gracias al tremendo éxito de esta campaña, no serán solo Cáritas parroquial de San Andrés, sede canónica de la cofradía, y el Colegio de Educación Especial “Virgen de la Esperanza”, con el que colabora habitualmente la hermandad. Así que se ha podido repartir también a Cáritas parroquial de San Lorenzo, la hermandad de la Piedad de las Palmeras que trabaja con la parroquia de San Antonio María Claret y la parroquia del Salvador y San Luis Beltrán de Peññarroya-Pueblonuevo. Por último, Cáritas Diocesana ha recibido también abundante material que repartirá entre las parroquias que lo precisen.

Cáritas de San Andrés ayuda a unos 60 niños con su material escolar desde hace dos años y en esta ocasión han contado con la ayuda de la hermandad de la Esperanza, que se ha sumado a otros colaboradores que tiene esta parroquia y está haciendo frente a la compra de material más específico que Cáritas no ha conseguido. Su encargada, Cristina Berástegui, valora “muy positivamente” la labor de la cofradía y su “disposición a ayudar” con material que incluso suele ser más caro del que se suele aportar en estas campañas.

Otra de las hermandades que recoge material escolar es la Jesús del Calvario. En su caso lleva tres años haciéndolo a través de su Grupo Joven con la particularidad de que los destinatarios son niños africanos a los que atiende la Fundación Bangassou, del obispo Juan José Aguirre, allí donde la pobreza es más extrema y los recursos más escasos.

En años anteriores han conseguido mandar a los colegios que atienden misioneros “hasta diez cajas” con material escolar, indica María Dolores Córdoba, vocal de Juventud del Calvario. En esta edición parece que la gente está colaborando algo más y va mejor la recogida, aunque las necesidades siempre son mayores por lo que esta cofradía está abierta a recibir artículos hasta mediados del mes de noviembre.

Quien desee ayudar puede llevar material escolar nuevo o usado pero en buen estado a su casa de hermandad, situada en la calle Escañuela, de lunes a viernes a partir de las ocho y media de la tarde. También recogen en la parroquia de San Lorenzo y atienden a quien pueda colaborar y no logre encontrarlos a través de la página de Facebook del Grupo Joven del Calvario. Según María Dolores Córdoba, “hace falta de todo, desde lo más básico como bolígrafos, lápices, colores y cuadernos hasta libros de texto en inglés”. Cualquier cosa es bien recibida y será de gran ayuda allí donde va destinada gracias a esta hermandad que, como otras cordobesas, hacen que la vuelta al colegio no sea motivo de tristeza para ninguna familia.

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