El aceite se convierte en petróleo: se vende más pese a precios de récord
En esta campaña del aceite de oliva está ocurriendo un fenómeno hasta ahora desconocido: el alto precio del producto no está provocando que se esté resintiendo la venta. Es decir, el rendimiento de la campaña para los agricultores está siendo máximo y vaticina una larga temporada de precios de récord. En resumen: si el precio es alto y se sigue vendiendo, ¿porqué bajarlo?
Según los últimos datos que maneja la patronal agraria Asaja Córdoba, en febrero, con unos precios en los que el litro de aceite virgen extra ha rondado los 3,90 euros de máximo, se ha vendido más que en años anteriores. En concreto, Asaja asegura que en Córdoba se vendieron en febrero 136.500 toneladas de aceite de oliva, 7.000 más que el mes de febrero anterior. Este año, incluso, se ha producido menos aceite que en la campaña anterior y, curiosamente, se ha vendido más.
El rendimiento se ha disparado y el aceite de oliva se ha convertido en el verdadero petróleo para los agricultores cordobeses. En la última semana los precios se han estabilizado, pero el litro de virgen extra no baja de los 3,80 euros, una cifra que no se alcanzaba desde antes del cambio de la peseta al euro.
Las ventas de aceite de este mes de febrero son las segundas más altas de las últimas cinco campañas. Según Asaja, con esta cifra la salida media mensual de esta campaña alcanza las 125.000 toneladas al mes. Respecto a febrero de 2016, supone una mayor salida de 17.600 toneladas.
En relación a las existencias totales a final del mes de febrero, éstas ascienden a 987.300 toneladas, que son 25.000 más que el mes anterior y 99.100 menos que las de la campaña anterior a esta misma fecha. De las cinco últimas campañas, son las terceras menores existencias. La media de existencias en un mes de febrero de las cuatro campañas anteriores es de 982.000 toneladas.
Desde Asaja Córdoba se valora que en una proyección para los siete meses que quedan de campaña quedarían a final de la misma unas existencias de algo más de 200.000 toneladas, que serían los segundos stocks más bajos de los últimos diez años, pero suficientes para enlazar con el próximo año.
Es decir: pese a los precios tan altos se va a vender prácticamente todo el aceite de oliva que se produzca. El consumo, de momento, no se está resintiendo. Y eso es una buena noticia para el agricultor cordobés.
0