MAC Cosmetics acaba de lanzar Lightful C3, una línea de tratamiento “creada con los mejores ingredientes y tecnología para una piel perfecta a largo plazo”. Limpia, hidrata y refresca con productos que encajan a la perfección con Lisa, embajadora de la marca, y su piel de ensueño, esa mítica piel de bebé, suave, jugosa, iluminada, saludable, perfecta.
La renovada línea Lightful C3 sigue el camino de la belleza “híbrida”, que cuida y aporta buena cara. ¿Cómo? Es gracias a una fórmula que aúna la infalible vitamina C, hierba coral y flor de cerezo, más una combinación de perlas rosadas.
Conecta con la estética y el cuidado de la piel del lejano oriente, si bien la emulsión hidratante, la loción, el agua micelar y el gel espumoso limpiador son universales. Cuestión distinta es que Lightful C3 deba apostar por todos los tonos de piel, del más claro al más oscuro, cuando se crean productos como el fondo de maquillaje.
También es jugosamente inclusiva en cuanto a edad y género. Un rostro joven luce estupendo con una hidratante mágica como la Lightful C3, dos toques de colorete y una pizca de eyeliner. Y lo mismo se puede decir cuando se han cumplido varias décadas: que nos vemos más guapas y jóvenes con una piel natural al tiempo que mejorada.
Alguna de las cosas que voy a hacer este finde: visitar mi punto de MAC Cosmetics en El Corte Inglés para probar esta nueva colección y explorar un poco de K-Pop y canciones como Lalisa.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
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