Cada vez más nos ronda en nuestras cabezas el sueño de plantearnos, a cierta edad, la posibilidad de abandonar ese trabajo por el que nos levantamos cada mañana.
Surgen conversaciones junto a un café a primera hora de la mañana, ¿es posible a cierta edad dejar ese “trabajo” y poder seguir viviendo?
Salir de nuestra zona de confort no es fácil, requiere atreverte a decir NO.
Hay ciertas pautas de comportamiento que coinciden en las historias que cuentan aquellos afortunados que han podido decir NO y que han mejorado su salud financiera, incluso han alcanzado su independencia financiera.
Pautas que debes conocer para mejorar tu salud financiera y alcanzar tu independencia financiera para que llegue el día en el que puedas decir NO.
1º.- Empieza a ahorrar desde el primer día.
Dice un refrán que “el hábito hace al monje”.
Desde que consigues tu primera “paga” cuando eres un niño, adquiere la costumbre de “guardar” al menos el 20% de lo que percibes.
Plantéate un “por qué” ahorrar, qué quieres conseguir.
No pienses que por ser una pequeña cantidad a “guardar”, que no tendrá valor alguno, recuerda que una montaña está formada por pequeños granitos de arena.
Ahorra para conseguir tu sueño.
2º.- Aprende a invertir.
Si ya adquirimos el hábito del ahorro, toca ahora intentar poner a trabajar al dinero para que trabaje por nosotros y nos ayude en nuestro objetivo.
Dedica parte de tu tiempo a adquirir conocimientos básicos sobre cómo y dónde invertir tu ahorro.
Evitarás que otros inviertan tu dinero en aquellos productos que a ti no te convienen.
Empieza poco a poco con conceptos que escuchamos día a día y que te ayudarán en la toma de tus decisiones de inversión.
Cuando tengas dudas o necesites asesoramiento, acude a un profesional independiente que no te quiera vender “ningún” producto.
3º.- Evita gastar por gastar.
Lo importante para tener una buena salud financiera radica en el “control” de los gastos que realizamos.
No es tan importante lo que ingresamos como sí importa lo que gastamos, la clave está en el gasto prescindible o sustituible.
Antes de tomar una decisión de compra, piensa si verdaderamente necesitas hacer esa compra.
No gastes en 5 minutos el dinero que has tardado más de 5 minutos en conseguir.
Confecciona tu presupuesto familiar e intenta anular esos gastillos innecesarios de pequeño destacable importe, pero de gran suma final.
4º.- No pidas préstamos.
Si has seguido el primer punto desde el inicio, probablemente no tendrás que pedir un préstamo pagando comisiones e intereses que hacen que pagues más por esa compra.
Si te ves obligado a pedir una hipoteca para la compra de una vivienda, intenta que el plazo no supere los 15 años.
Los préstamos nos hacen ser dependientes de los bancos, nos obligarán a tener que pagar todos los meses durante muchos años el recibo del préstamo.
Al final, las financiaciones te impedirán conseguir tu objetivo de alcanzar tu independencia financiera y no mejoran tu salud financiera.
Ahora que estamos a punto de empezar el verano, ¿será el momento de empezar a mejorar tu salud financiera?
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