Dientes
Laura, 15 años, mira a su madre una y otra vez. Sentada junto a la mesa camilla, se dedica a observar con detenimiento la perfección de sus dientes blancos, los de arriba y los de abajo, que se muestran y se esconden graciosamente en el vaivén de sus labios y sus palabras. Su madre le cuenta algo sobre cómo afrontar la vida, después habla sobre unos pantalones muy monos que ha visto en un escaparate y continúa con una duda sobre si debería estudiar más. Pero Laura no la escucha. Concentra toda su energía en aquellos dientes, casi perfectos; no más perfectos que los de otras madres pero sí ordenados, espléndidamente bellos, con esa prestancia que da la simetría.
Alejandra, la madre de Laura, tiene 43 años y vive con su hija en Córdoba, una ciudad mediana del sur de España que se enfrenta en este año 2023 a una crisis de identidad. La vida, en estos tiempos que corren, no es fácil aunque ya pasaron los agobios de años atrás, las facturas pendientes, las deudas a final de mes en el colmado del barrio.
Laura no lo entiende del todo. Algo sabe sobre la crisis, ya le han explicado en el colegio y desde hace un par de años se interesa por lo que cuenta Ana Blanco en el Telediario, cuya dentadura también admira enormemente, a pesar de su edad. Decía que Laura no lo entiende bien, cómo los dientes de su madre son parecidos a los de Ana Blanco y sin embargo, los suyos propios se parecen más a los de la abuela, con ese tímido hueco entre las paletas y ese colmillo juguetón en las alturas, asomándose sólo cuando sonríe con amplitud.
Alejandra se lo ha explicado sólo una vez, como quitándole hierro, como quien no quiere causar daño y le ha dicho que la vida es mucho más que una boca perfecta, pero ella no entiende cómo en el instituto hay niñas que lucen con orgullo los brackets que les llevarán al triunfo social, a presentar algún día las noticias en la tele.
Luis Cáceres, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Dentistas: “Los tratamientos de ortodoncia han caído un 40%. Es penoso, pero habrá una generación que tendrá que esperar a cumplir los 20 o 30 años para poder pagar esa técnica”.
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