Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

Las cosas de comer

Sequía en el Guadalquivir

Alfonso Alba

0

Una de las grandes desconexiones que existen entre el campo y la ciudad es que al urbanita no le suele gustar que llueva. O que lo vaya a hacer cuando ha quedado para hacer algo al aire libre. Que los fines de semana sean soleados, con 'buen tiempo' y temperaturas suaves aunque no toque.

Solo eso me lleva a explicar que a estas alturas de año no se haya instalado entre la población el temor a una sequía que apunta a catastrófica. No llueve o cuando lo hace es de una manera claramente insuficiente para muchas cosas. No corren los arroyos ni crecen los ríos ni se llenan los embalses. Sin más lluvia, empieza a ser bastante seguro que no habrá regadío durante la próxima primavera y el verano. Eso supone la ruina para miles de agricultores cordobeses, que apenas tendrán cosecha.

En Córdoba, una de las pocas cosas de comer rentables que se siguen cultivando es el olivar. Por primera vez desde que tengo memoria se van a acumular dos campañas malas consecutivas. Ni la provincia ni España como país van a poder cumplir con la demanda de aceite de oliva que ya existe. En números gruesos digamos que España necesita 1,5 millones de toneladas al año. El año pasado produjo la mitad. Este año es probable que la cosecha sea hasta peor. El año pasado cumplimos gracias a que importamos aceite de otros países y a que quedaba de campañas anteriores en los almacenes. Para este año hay menos reservas y menos cosecha en el extranjero. No me quiero ni imaginar un escenario de desabastecimiento mundial de aceite de oliva... por la sequía.

De momento, en las ciudades hay carteles en las fuentes, de que no están encendidas porque falta agua. Es una medida desde mi punto de vista inútil. Muchas fuentes tienen circuitos cerrados de agua y en Córdoba su gasto es mínimo en comparación con otros. El ahorro no se nota, las fuentes secas se han convertido en paisaje y la sequía no es algo de lo que se hable en los bares. O en las redes, que es donde se habla ahora.

Sin ánimo de exagerar, dudo que podamos resistir con normalidad a otro año más de sequía. Es más, creo que lo pasaremos regular. Pero que tampoco se notará mucho en algunas ciudades, como en el caso de Córdoba. Habrá agua potable que saldrá de los grifos, habrá piscinas y seguirán llegando alimentos. Quizás no sean de las huertas de las afueras, porque no habrá huertas, y muchos vendrán de la otra punta del Planeta. Pero, ¿qué más da mientras lleguen, no?

Mientras, los pueblos se irán vaciando más rápido aún y cuando vayamos de visita nos sorprenderá que esté todo abandonado, lleno de malas hierbas y sin gente.

Sobre este blog

Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

Etiquetas
stats