Oro, incienso, mirra y 'Éric Rohmer L'intégrale'
Sería ridículo, estúpido y temerario dedicarle la entrada de un blog a un cineasta inabarcable y fundamental como Éric Rohmer, sería algo así como glosar la figura de Einstein en una tarjeta de visita o reproducir una obra de Monet en un sello de correos, pretendiendo además hacerle justicia al original.
Igual que resulta imposible entender el cine moderno -y la vida moderna- sin Rohmer, Rivette y Godard, también es imposible trazar la memoria afectiva de más de una generación cinéfila sin comprender las aportaciones de Rohmer a las imágenes en movimiento; muchas de ellas recogidas magistralmente por algunos de sus actuales herederos, de Richard Linklater a Hong Sang-Soo. El borrado autoconsciente de buena parte de los signos del registro cinematográfico llevaron a Rohmer a erigirse en un supremo maestro de la transparencia por la vía del despojamiento y la simplificación. Sin filtros ni barreras, sin los disfraces estilísticos ni los ornamentos del falso -y caro- cine burgués industrial, Rohmer filmó nada más y nada menos que la vida, y el fugaz paso del tiempo y las emociones, con su pequeña cámara de 16 mm y sus rudimentarias herramientas, que exhibía con timidez en el portentoso episodio de Cinéma, de notre temps dedicado a su persona: Preuves a l'appui (André S. Labarthe, 1994).
De Rohmer atesoro también una hermosa anécdota que evidencia la calidez y cercanía de este artista hiperculto. Hace algunos años, en un ya extinto foro de Internet donde nos juntábamos un grupo de amigos para discutir de cine, decidimos inaugurar al final de año una votación para elegir la mejor película estrenada en España durante esa temporada. Cuando ya llevábamos cuatro o cinco años de votaciones, Rohmer se alzó con el premió con su estreno de 2004, Triple agente (Triple agent). Alguien de nosotros tuvo la loca idea de escribirle a su productora dándole cuenta de aquella victoria, e invitándole a venir a España a recoger el galardón -que dicho sea de paso ni siquiera existía como trofeo ni como premio material de ningún tipo- que lo acreditaba como flamante vencedor de nuestro desconocido certamen. Rohmer, que tenía por aquel entonces 84 años, respondió personalmente con una pequeña carta escrita de su puño y letra en la que agradecía el premio, decía sentirse orgulloso de suceder a una impresionante lista de ganadores, y se disculpaba por no poder asistir a la entrega por su avanzada edad que le impedía viajar.
Este 2013 ha sido un año especialmente rohmeriano: Richard Linklater ha estrenado Antes del anochecer (Before midnight, 2013), Hong Sang-Soo ha dejado dos obras maestras [Nobody's daughter Haewon (Nugu-ui ttal-do anin Haewon, 2013) y Our Sunshi (U ri Sunshi, 2013)] y Potemkine Films y Agnès B. han editado conjuntamente en Francia un impresionante cofre que abarca prácticamente la obra completa de Rohmer.
Éric Rohmer L'intégrale, cofre que incluye 52 discos (30 DVD y 22 BD en 27 digipacks ilustrados por Nine Antico), un libro de 100 páginas y una cajita sorpresa, ha sido con toda seguridad el acontecimiento editorial del año 2013 a nivel mundial. Oportunidad única de poder tener juntos todos sus trabajos cinematográficos en soporte DVD y Blu-Ray, salvo sus tres últimas obras que están incluidas sólo en DVD, seguramente por problemas de derechos. La galería de extras -supervisada por el especialista Noël Herpe- es cuasi perfecta, recogiendo todos sus cortos -excepto los desaparecidos Journal d'un scélérat y Les Petites filles modèles-, inclusive Place de L'etoile para el filme colectivo Paris vu par... (1965); sus episodios para Cinéastes de notre temps, también el dedicado a su persona; su montaje para la obra de Kleist, Catherine de Heilbronn; Louis-Lumière; trabajos televisivos como Jeux de société, las series L'homme et... y Ville Nouvelle; e incluso las obras de sus actrices y colaboradoras habituales, como En Compagnie de Éric Rohmer (Marie Rivière, 2010), La Fabrique du conte d'été (Jacques-André Fieschi & Françoise Etchegaray, 1996), Les Contes secrets ou les rohmériens (Marie Binet, 2005), los dos cortos de Haydée Caillot donde Rohmer llevó la pértiga o Les Aventures de Rosette, rodadas en Super 8 por su actriz Rosette entre el 83 y el 87, y en la que Rohmer fue el cámara; por rizar el rizo se incluyen hasta sus pequeñas apariciones como actor en filmes de Rivette y Moullet. En resumidas cuentas, está casi todo lo que Rohmer hizo en corto o en largo, en cine o en televisión, salvo los dos cortos perdidos y los trabajos de la televisión escolar, concretamente los dedicados a literatos incluidos en los ciclos Lettres y En Profil dans le texte y los dedicados a arquitectura y urbanismo, salvo Nancy au XVIIIe siècle y las cuatro entregas de la serie Ville nouvelle, que como ya he comentado líneas arriba, sí se incluyen. Buena parte de esas creaciones televisivas, aquí ausentes, formaron parte de otro pack editado en 2011 por Scérén, y hoy desgraciadamente descatalogado, que constaba de 4 DVD, 2 de ellos dedicados por entero a las mencionadas entregas rohmerianas de la televisión escolar.
En cuanto a las características técnicas, cabe mencionar que de los 22 Blu-Ray 8 títulos no son en 1080p/24 sino en 1080i/50, sin que se aprecie entrelazado visible o combing: Mi noche con Maud (Ma nuit chez Maud, 1969), La Marquesa de O (La marquise d'O, 1976), La Mujer del aviador (La Femme de l'aviateur, 1981), La Buena boda (Le Beau mariage, 1982), Pauline en la playa (Pauline à la plage, 1983), El Rayo verde (Le Rayon vert, 1986), El Árbol, el alcalde y la mediateca (L'Arbre le maire et la médiathèque, 1993) y Les Rendez-vous de Paris (1995). En cuanto a los aspect ratio, El Rayo verde y La Mujer del aviador aparecen en 1.66:1 en vez de en 1.33:1, ratio que yo personalmente encuentro más apropiado en ambos casos (de hecho, La Mujer del aviador se rodó en ambos ratios), aunque haya alguna duda, especialmente en el caso de El Rayo verde, respecto a su fidelidad al original. Por el contrario, Pauline en la playa viene en 1.37:1 (como se emitió recientemente por el canal Arte) en vez de en 1.66:1 que era como se había visto casi siempre y como la prefería Néstor Almendros; no sabemos si el cambio de aspect ratio de Pauline obedece a algún último deseo del propio Rohmer. Todos los demás títulos tienen sus ratios originales intactos
El salto del cine de Rohmer a la Alta Definición supone un enorme avance respecto a las copias vistas hasta ahora, máxime cuando su cine naturalista fue extremadamente sensible a los colores, el transcurrir de las horas, los cambios de luz y los pasos de las estaciones. Poder disfrutar en Blu-Ray de sus películas añade un nuevo plus de verosimilitud y transparencia a una obra que pivotó alrededor del mundo sensible y su registro. El latido de la vida y su paso por el mundo físico tililan con emoción en los nuevos masters restaurados -y no sólo en aquellas obras fotografiadas por el gran Néstor Almendros- que en la mayoría de los casos restituyen el grano y no abusan del DNR, convirtiendo a los que había hasta ahora en cromos.
Éric Rohmer L'intégrale,
que no tan inopinadamente se ha convertido en un superventas en Francia, es zona B, incluye subtítulos en inglés para todos los títulos principales, pero no para los extras, y ha salido a la venta al precio de 200 euros; un precio barato si se tiene en cuenta que estamos hablando de prácticamente la obra completa -¡y qué obra!- en HD de uno de los artistas más importantes que ha dado el siglo XX. Como suele ocurrir en packs tan voluminosos y de precios tan elevados, se han editado otros tres más extraídos de él, cada uno de ellos dedicado a una de sus célebres series: Cuentos morales, Comedias y Proverbios y Cuentos de la Cuatro Estaciones,
Comedias y ProverbiosCuentos de la Cuatro Estacioneslos dos primeros al precio de 50 euros y el último a 40. Aunque, lógicamente, hay una serie de títulos que quedan fuera de esas tres cajas más pequeñas y que obligan a adquirir la Integral si se quiere disfrutar en HD de joyas imperecederas como La Marquesa de O y Perceval le Gallois (1978).
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