Suspensión de la salida procesional de la hermandad de la Conversión
Desmayo Festivo
Pensaba yo escribir aquí hoy una reflexión sesuda sobre el modelo de ciudad hacia el que vamos encaminados.
Sobre esa ciudad arrebatada durante dos meses. Postrada al visitante, a quien, ya no sólo se le abren las puertas de casa, sino que se le cobra por entrar a vivir, aunque sea de forma efímera, el sueño cordobés de Casa-Patio/geranio y gitanilla. De ese primer paso hacia al turismo de Balconing -o Pationing- que está dando la ciudad, quizá sin darse cuenta, mecida por el desempleo, y por los sueños libres de impuestos que ofrecen empresas como AirBnB.
Pero no lo voy a hacer, más allá de estas pinceladas, porque se me ha adelantado Marta Jiménez, y ella lo ha dicho bien bonito -y claro-.
Además, hoy es el primer día del fin de mayo. Hoy empieza a terminar todo. Porque Mayo en Córdoba empieza en abril y acaba en aspirina. Porque mayo es un concepto, y la feria es gasolina.
Así que, disfruten de la feria, disfruten de mayo.
Y como, la última vez que miré, aquí se ha venido siempre a hablar de música, pues reconozco que no me resisto a bailar cada vez que, en pleno infierno de albero, madera y lona, suena este tema. Y suena mucho menos de lo que debería. Eso también tenemos que mirárnoslo.
Vaya Puto Temón.
Nos vemos a la vuelta de feria. Hasta entonces:
¡¡VIVA LA RUMBA!!
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