El legado de Tito
Imagínate que estás llegando a una Iglesia. Hace un día primaveral magnífico, sol radiante, las flores perfuman las calles, escuchas a los pájaros cantando en la copa de los árboles. Entras en ella y mientras caminas hacia las primeras bancadas del templo, identificas los rostros de amigos y parientes, que sienten una pena compartida. Estás asistiendo a un funeral.
Y cuándo llegas al ataúd y lo miras , te das cuenta que la persona que está dentro de él eres tú. Estás en tu propio funeral y las personas allí convocadas se están despidiendo de ti, rindiéndote el último homenaje porque te quieren y porque te aprecian.
Durante la ceremonia, serán 3 personas las que hablarán: la primera perteneciente a tu familia (padres, hijos, tíos, sobrinos). La segunda que intervendrá será alguien perteneciente a tu grupo de amigos, y finalmente la tercera representará a las personas con las que has trabajado.
Piensa ahora detenidamente, ¿qué es lo que te gustaría que esas personas dijeran sobre ti y tu vida? ¿Qué clase de esposo, padre, hijo te gustaría que explicasen? ¿qué buen amigo fuiste?¿Qué clase de compañero de trabajo o jefe? ¿Qué valores les transmitiste a todos? ¿Cómo influiste en su vida?
Esta dinámica la desarrollo en mis seminarios para que los asistentes tomen conciencia acerca de cuál es su enunciado de misión personal, es decir, que identifiquen para qué están en esta vida, el sentido y dirección que quieren darle, ya que el legado que dejas cuándo te vayas será un fiel reflejo de lo que has sido, de los que has hecho y de lo que has conseguido.
Nos dejó Tito Vilanova, y desgraciadamente hemos asistido a través de los medios de comunicación a su funeral. Emocionante fue ver y escuchar a sus hijos cómo se dirigían a los cientos de personas reunidas en la catedral de Barcelona, expresando lo que se padre significó para ellos. Inspirador fue escuchar las palabras de todos los que le conocieron y trabajaron con él (jugadores, directivos, entrenadores). Reconfortante ver cómo sus rivales directos reconocían de forma sincera su figura y su enorme, decisiva aportación al actual estilo de juego del Barcelona que se ha convertido prácticamente en una filosofía.
Se fue sobre todo un luchador que se resistió con todas sus fuerzas a la enfermedad que le mató. Le preguntaron en una entrevista qué le hacía pelear tanto tras varias recaídas, y el con tono humilde contestó: “Creo que todavía mis hijos me necesitan”.
Si tuviéramos que poner un título al hipotético libro acerca de la vida del entrenador, lo tendríamos fácil: Seny, pit i collons (sensatez, pecho y cojones) resumen en 3 palabras de toda una vida, una vida plana, una vida demasiado corta. Nos dejas mucho Tito. Gracias por tu legado. BE TIM.
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