Franco no se chupa el dedo
Lo hemos pillado y él lo sabe
Nadie es responsable de su nombre. Ni aunque te llames Francisco Franco. Naces en la familia que naces, heredas el apellido que heredas y te ponen el nombre que te ponen. Punto pelota. Luego, si te presentas como candidato de un partido franquista a la Alcaldía de tu pueblo, eso ya corre de tu cuenta.
Francisco Franco es el alcalde de Encinarejo. El primer regidor de Vox de Córdoba. Y el destino ha querido que ambas extravagancias confluyan en el Ayuntamiento de esta noble entidad local autónoma de la vega cordobesa. El destino y la voluntad soberana de los 407 electores que depositaron su voto a favor del candidato de Santiago Abascal.
Pero no es esa estrambótica coincidencia la que nos trae hoy aquí. El señor Franco ha puesto en marcha un expediente de reintegro de 323 euros que el anterior alcalde endosó a las arcas municipales para asistir al congreso nacional y regional del PP. Su predecesor no niega la mayor, pero argumenta que se presentó en el cónclave de su partido para discutir asuntos relacionados con la entidad local autónoma.
La coartada no acaba de convencer al señor Franco, que, por lo visto, no se chupa el dedo. “Es como aceptar pulpo como animal de compañía”, ha declarado públicamente el alcalde de Encinarejo utilizando un símil cefalópodo muy extendido. Por lo visto, no es el primer gasto personal que Ruiz Madruga endilga a las arcas municipales de su pueblo.
El señor Franco puso en marcha una auditoría del mandato de su predecesor y sacó a flote algunas triquiñuelas económicas que huelen regular bajo. Por ejemplo, ciertas facturas de la campaña electoral del PP que también intentó adjudicar con cargo a la entidad local autónoma. O las dietas de un viaje privado a un concierto en Oviedo, tal como denuncia el alcalde de Encinarejo.
“Lo hemos pillado y él lo sabe”, asegura Francisco Franco, quien, pese a todo, no es responsable, en modo alguno, de esa inquietante coincidencia patronímica que a más de uno nos eriza la piel.
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