Doña Mencía: el corazón de la vía verde más larga de Andalucía
Desde finales del siglo XIX hasta los años 80 del XX, un corredor ferroviario unía las localidades de Linares (Jaén) con Puente Genil (Córdoba). Fue el llamado Tren del Aceite, elemento clave de desarrollo para el transporte del ‘oro líquido’ que se producía en la zona, además de otros materiales y viajeros. Hoy, la memoria y el trazado de aquel Tren del Aceite se han recuperado en la que es la vía verde más larga de toda Andalucía.
Los 128 kilómetros de la vía verde del Tren del Aceite tienen en el municipio de Doña Mencía su corazón. Allí, la antigua estación y un hangar rehabilitados son el núcleo de un entorno que actualmente es utilizado por ciclistas, senderistas y paseantes, además de usuarios de caravanas. Se trata de un auténtico motor económico para la localidad que tuvo que despedirse de ver pasar el tren en los años 80 del pasado siglo pero que ha sabido sacar rendimiento a su trazado.
Fue en 1879 cuando comenzaron las obras del corredor ferroviario del Tren del Aceite. Ejecutadas en distintas fases, concluyeron en 1893 y, además de la propia vía, quedó salpicada de elementos arquitectónicos propios de la comunicación por tren, como puentes, viaductos y casillas de paso a nivel y donde vivían operarios ferroviarios. Algunos de esos elementos, que se conservan hoy día, tienen tras de sí la autoría de arquitectos discípulos del creador de la Torre Eiffel parisina.
El uso de esta línea de tren tuvo, incluso, un mayor protagonismo durante la Guerra Civil. Al ser bombardeada entonces la línea Espeluy (Jaén)-Sevilla, el Tren del Aceite cobró aún más fuerza y sirvió de alternativa para el transporte entre las provincias andaluzas.
Último tren en 1984 y recuperación como vía verde
Su época en uso terminó en 1984, con el paso del último tren. Y, a partir de entonces, tras una época de abandono, comenzó su recuperación que, desde 2001, mantiene activo este corredor como vía verde.
En Doña Mencía, la antigua estación se convirtió en una cantina y restaurante, el hangar se recuperó como centro cicloturista, se rehabilitaron las casillas de pasos a nivel y se establecieron toda una serie de servicios para los usuarios de este corredor verde.
Una zona específica ofrece aparcamiento a medio centenar de caravanas, mientras en el centro cicloturista se alquilan más de un centenar de bicicletas de carretera, de montaña, eléctricas, para mayores y niños. Además, unos cuatriciclos se ofrecen como vehículos para paseos familiares.
Allí mismo, los ciclistas tienen soporte técnico con un pequeño taller donde hallar lo necesario para resolver cualquier avería de su bicicleta. Los senderistas pueden iniciar en esta ubicación distintas rutas. Y, junto a ello, este centro funciona como punto de información turística de Doña Mencía, con todo lo necesario para que el visitante conozca la localidad, la propia vía verde y la mancomunidad de la Subbética.
Deporte, turismo, geología y lectura
Los paseantes, ciclistas o senderistas tienen también un espacio para la lectura, desde la biblioteca verde de este centro, hasta la actividad que se desarrolla con bicicletas antiguas pintadas de colores y dispuestas a lo largo de la vía verde: son los Paseos Literarios, con poemas del autor local Manuel Luque. O pueden detenerse también en las exposiciones de avifauna que se instalan, por ejemplo, en la Casilla del Casarón, en un antiguo paso a nivel, desde donde se contempla una auténtica postal de Doña Mencía.
En la vía verde del Tren del Aceite, también tienen un lugar especial los escolares de Doña Mencía que, además de a disfrutar de la ruta, acuden a conocer el Aula de Interpretación del Geoparque de las Subbéticas. Allí, se muestran imágenes y fósiles de las distintas eras, desde el Triásico, al Jurásico, Cretácico y la Era Terciaria, para aprender la evolución a lo largo de los siglos del terreno que hoy ocupan los mencianos y que un día, hace miles de años, fue mar.
Con todo, el corazón de esta vía verde a su paso por Doña Mencía se ha convertido en un lugar de acogida a visitantes y muestra la apuesta del municipio por el ecoturismo. Más aún ahora, tras la pandemia de la Covid19, que ha supuesto el 'boom' por las actividades en la naturaleza, al aire libre y en espacios seguros como esta ruta, donde se guarda para siempre la memoria del Tren del Aceite.
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