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Xisco, el capitán ambicioso pero prudente

Xisco, sonriente tras una sesión de entrenamiento. | MADERO CUBERO

Rafael Ávalos

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El balear destaca la situación del Córdoba pero advierte de que “si te crees superior a los rivales, te bajan de las nubes” | Con todo, asegura que “la idea es ir cogiendo margen” con los perseguidores

La calma y la confianza en las capacidades propias siguen vigentes. Si bien volvió a probar el amargo sabor de la derrota unos días atrás, en su último encuentro liguero, en Vitoria, el Córdoba no pierde lo más mínimo de su gran estado anímico. Ni siquiera cuando cayó ante el Alavés en el tiempo de descuento y tras adelantarse dos veces en el marcador. Tampoco resta armonía al equipo el roce que el miércoles tuvieran en el entrenamiento Florin y Stankevicius. “Pasó, pasa y pasará más veces”, no sólo en el vestuario blanquiverde, afirmó Deivid. Las ligeras turbulencias no suponen quebradero de cabeza alguno en un conjunto, el que dirige José Luis Oltra, que sabe qué es lo que realmente importa. Y eso no es otra cosa que el duelo del sábado (18:00) con el Nástic de Tarragona y la búsqueda de una nueva victoria en El Arcángel que refuerce más si cabe la ya de por sí positiva situación del cuadro califal.

De cara a ese partido trabaja el Córdoba sin ansiedad por la importancia que tendría otro triunfo y, de esta forma, mantener su posición de privilegio en la tabla. Desea seguir segundo e incluso mejorar, pero sin perder de vista la dificultad del reto. “Para nada hay obsesión (por continuar en tan noble zona), porque somos conscientes de que queda un mundo por delante, de que no hemos conseguido nada. Sabemos el camino que tenemos que llevar, el que nos hemos marcado, pero siempre desde la tranquilidad, desde la serenidad, sin volverse loco”, expresó este jueves uno de los capitanes del equipo. Xisco Jiménez, pieza importante en el engranaje del conjunto blanquiverde, matizó su mensaje al recordar que el equipo debe de mantener el ritmo “sin relajarse”. Es decir, con los pies en el suelo y a sabiendas de que el esfuerzo no es negociable. “Estamos en una buena posición y la idea es ir cogiendo margen con los que vienen detrás de nosotros e ir marcando nuestro propio camino sin tener que preocuparnos de los rivales”, indicó el balear.

El suyo es un discurso de ambición bien medida, de valentía tanto como de prudencia. Al final, lo que manda en una categoría como la de plata es esto último. “A principio de temporada se hacen unos pronósticos que casi nunca se cumplen, porque la Segunda siempre acaba siendo muy igualada y cualquier equipo puede ganar a cualquiera”, señaló Xisco, que añadió que es necesario recordar constantemente que “no hay rival fácil”, puesto que “en el momento en el que piensas que estás muy bien y te crees superior a los rivales te bajan de las nubes”. “No tenemos que confundirnos y dejarnos llevar, sino seguir trabajando desde la humildad y al final con el trabajo y las cosas bien hechas seguro que todo lo que nos propongamos lo conseguiremos”, expuso al respecto.

Sea como fuere, lo cierto es que el Córdoba vive una agradable realidad, cuasi intacta tras la derrota en Vitoria, y en su vestuario existe una total seguridad de sus armas para que así continúe. “Estamos en una situación idónea y pese a la derrota del último partido el equipo no ha perdido la confianza, ni muchísimo menos”, apuntó Xisco en ese sentido antes de asegurar que el equipo se encuentra en un escenario que “todos” hubieran “firmado ante al inicio de la temporada”. “El equipo está respondiendo a las expectativas, pasan las jornadas y la idea es seguir creciendo, como estamos haciendo, ir partido a partido e ir sumando puntos, que es lo que importa para llegar bien vivos al final”, concluyó. Lo dicho, la ambición se da la mano con la prudencia y la serenidad con la autoestima.

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