Sandoval, ante su duelo más especial
La temporada entra en su definitiva recta final. Si ya no lo hubiera antes, menos aún existe ahora tiempo para lamentaciones. Claro está que la derrota ante el Huesca, tras la sufrida en León, es dolorosa, pero no menos cierto es que de nada sirve mirar atrás cuando queda tanto por delante. Tanto en tan poco, eso sí. El Córdoba necesita una reacción rápida para no perder su esperanza de permanencia, por lo que ni siquiera piensa en la entidad de su próximo rival. Es el Rayo, que aspira a encarrilar lo máximo posible su ascenso a Primera ante el conjunto blanquiverde. Un salto de categoría que celebrara en 2011 con quien esta vez va a ser su adversario. Se trata de José Ramón Sandoval, que regresa a Vallecas de la mano del cuadro califal y con indudable idea de fastidiar los planes de su antiguo club. De vital importancia es para el equipo este duelo, que es el más especial para su entrenador.
El de Humanes mantuvo con el Rayo una relación de amor y odio, aunque no fue tanto así. A pesar de una segunda etapa fallida, el ahora técnico del Córdoba es inolvidable para los vallecanos. Del mismo modo que lo es la fase profesional que vivió él en la entidad. Sandoval dio el salto a Vallecas, desde el Getafe B, de manera discreta. El comienzo allí resultó humilde para el hombre llamado a lograr una salvación épica con el cuadro califal. Fue al frente del filial franjirrojo, al que llegó a finales de 2007. En la campaña 2008-09, el preparador madrileño firmó una sencilla pero relevante página de la historia del club que el domingo será su rival. Entonces proclamó campeón al segundo equipo rayista y le llevó por vez primera a Segunda B. Este éxito le sirvió para asaltar la categoría de plata la siguiente temporada.
La gran trayectoria en su breve período como técnico del B hizo que el Rayo se fijara en él para manejar las riendas del primer equipo. Corría la campaña 2010-11, la última previa al desembarco de Carlos González en El Arcángel. La entidad vallecana acertó de pleno, pues con José Ramón Sandoval al frente recuperó su estatus de Primera. El de Humanes no pudo tener mejor estreno en los banquillos profesionales, porque esa temporada debutó en Segunda A y, por ende, en el fútbol profesional. Los franjirrojos fueron los únicos capaces de seguir medianamente el ritmo de un Betis muy superior al resto y terminaron el campeonato en segunda posición. El conjunto vallecano selló su retorno a la elite a falta de dos jornadas para el final del curso. Por cierto, el cuadro heliopolitano mandó con un plantel confeccionado por Luis Oliver, hoy director general deportivo del Córdoba, que además llamó a Pepe Mel para el banquillo.
Si positivo fue el estreno de Sandoval en el fútbol profesional, no menos lo resultó en Primera. El madrileño consiguió mantener a los franjirrojos en la máxima categoría, aunque la salvación se produjo de manera agónica. Y un tanto polémica, con aquel gol de Raúl Tamudo al Granada en la última fecha del campeonato. Entonces, con los deberes bien hechos, terminó la primera etapa del de Humanes en Vallecas. Peor es el recuerdo de la segunda, ya en la temporada 2016-17. Es decir, la anterior. Tras su paso por el Sporting y el Granada, con sendas destituciones en sus segundos cursos, regresó a un Rayo recién descendido y cuyo único objetivo era, por tanto, el ascenso. Pero esta vez no funcionó la relación y fue despedido en la jornada 13, con el equipo decimosexto, a tres puntos del play off y sólo uno por encima del descenso. En sólo unos días su vuelta al estadio en que tanto disfrutara y después padeciera se produce como rival. El domingo las emociones no tienen espacio para un preparador califal al que sólo le queda pensar en la victoria… como visitante.
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